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El secretario de la ONU para el Cambio Climático, Yvo de Boer, ha decidido aplazar la fecha límite del 31 de enero, fijada por el acuerdo de la Cumbre de Copenhague para que los países se comprometan con cifras concretas a reducir sus emisiones de CO2.
En lo que supone un nuevo revés para la lucha contra el calentamiento global, el representante de Naciones Unidas ha reconocido que no es realista que todos los países se comprometan antes de que finalice la próxima semana, y admite ahora que el plazo fijado por el acuerdo de la capital danesa es “flexible”.
“No espero que todo el mundo respete la fecha límite. Los países no están obligados a adherirse, sino a indicar si quieren asociarse al acuerdo de Copenhague” – Boer
Se suponía que los compromisos acordados para el 31 de enero representaban el primer paso establecido por el acuerdo de mínimos alcanzado en la última jornada de la Cumbre del Clima, que se quedó muy lejos de las expectativas iniciales. El objetivo fundamental del pacto es lograr que todos los países reduzcan sus emisiones para que la temperatura global no aumente más de 2º.
Hasta hoy, a sólo 10 días de la fecha límite, tan sólo 20 de los 192 países participantes se han adherido al acuerdo.
Este texto apareció originalmente en ElMundo.es, puedes encontrar el original aquí.
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