Suscríbete
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó hoy que 2011 fue el año en el que mayores pérdidas económicas se registraron en toda la historia debido al impacto de los desastres naturales, principalmente por los terremotos de Japón y Nueva Zelanda.
Así lo aseguró la representante especial de la ONU para la reducción del riesgo por desastres, Margareta Wahlström, quien cifró en un mínimo de 380,000 millones de dólares el coste de los daños derivados de las catástrofes naturales que afectaron al planeta.
“2011 fue un año de récord y me gustaría subrayar que los 380.000 millones de dólares corresponden a una estimación mínima”, indicó ante la prensa Wahlström en la sede central de la ONU, en la que alertó que el impacto económico de los desastres es “cada vez mayor” en todo el mundo.
La cifra divulgada por la ONU se encuentra dos tercios por encima de la registrada en 2005, el año que hasta ahora ostentaba el récord en pérdidas debido al impacto del huracán Katrina sobre Nueva Orleans, en Estados Unidos, entre otros desastres.
La causa principal de que 2011 se haya situado en lo alto de la clasificación de la ONU fue el terremoto y tsunami que asolaron la costa noreste de Japón el 11 de marzo de 2011, dijo Wahlström.
Ese día, un terremoto de 9 grados en la escala de Richter, el peor en la historia de Japón, y un posterior “tsunami” dejaron 19,752 víctimas (15,821 muertos y 3,931 desaparecidos) y numerosos daños materiales, además de una emergencia nuclear.
La experta de la ONU destacó también el impacto del sismo de 6,3 grados que afectó a Christchurch, la segunda ciudad de Nueva Zelanda, que causó 181 muertos y daños en miles de edificios y el desprendimiento de 30 millones de toneladas de hielo de un glaciar de la Isla Sur.
“Los terremotos son los más costosos en cuestión económica y también en cuanto a vidas humanas”, indicó Wahlström, que también destacó las numerosas pérdidas económicas en Tailandia por las intensas lluvias causadas por los monzones y por tres tormentas tropicales.
Su resultado fue entre julio y noviembre del pasado año 628 muertos, 2,5 millones de damnificados y 700.000 enfermos por infecciones por consumo de agua contaminada.
“El mensaje principal es que se trata de una tendencia que crece muy rápidamente y con unas pérdidas económicas enormes”, dijo Wahlström, quien alertó que el 50 por ciento de la población mundial vive expuesta al riesgo de los desastres, ya que vive “en zonas altamente vulnerables”.
La representante especial de la ONU señaló que, pese al aumento del impacto económico, la buena noticia es que el número de muertes por desastres naturales va en descenso, principalmente porque “los países han mejorado los sistemas de alerta y las medidas de preparación que aplican”.
En cualquier caso, “las pérdidas económicas de los desastres son una gran amenaza tanto para los países pobres como para los ricos”, dijo Wahlström, quien defendió, de cara a la celebración de la cumbre de Río+20 en Brasil, que se tengan en cuenta las medidas para afrontar los efectos del cambio climático y los desastres naturales para diseñar los planes de mejora del desarrollo económico de cualquier país.
Este texto apareció originalmente en LaVoz, puedes encontrar el original aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana