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A partir de ácido gálico, sustancia presente en las manzanas, nueces, arándanos, hojas de té y corteza de roble, un grupo de científicos de la Facultad de Química de la UNAM, encabezados por Miguel Gimeno Seco, sintetizó un polímero de origen natural que es soluble al agua, semiconductor, antioxidante y antimicrobiano.
Con dichas propiedades, la nueva molécula llamada “poliácido gálico” tiene propiedades potenciales en electrónica, biomedicina y alimentos.
“Cuando empezamos a estudiarla, en 2010, buscamos que fuera semiconductora y lo logramos. Pero en el camino, como es frecuente en la ciencia, descubrimos otras propiedades que resultan más interesantes en términos de su aplicación potencial”, señaló Gimeno.
En conferencia de prensa dijo que en la actualidad el método para sintetizar la molécula está en trámite de patente y forma parte del Programa de Fomento al Patentamiento y la Innovación (Profopi) de la Coordinación de Innovación y Desarrollo (Cid) de la UNAM.
En el trabajo que forma parte de una investigación multidisciplinaria encabezada por el doctor Gimeno, investigador del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la Faculta de Química de la UNAM, se usaron monómeros naturales como el ácido gálico que se someten a procesos biocatalíticos para obtener macromoléculaes con propiedades optoelectrónicas, es decir, con capacidades semiconductras, fotoluminiscentes, entre otras.
“La mayoría de los materiales con estas propiedades se desarrollan a partir de procesos tóxicos. Nosotros pensamos en una alternativa a partir de la química verde, que impulsa procesos biocatalíticos no contaminantes y disolventes verdes, a fin de crear un material natural que sustituya a los tóxicos derivados del petróleo, muchos de los cuales emplean catalizadores de cobre u otros reactivos tóxicos”.
Entre los retos a vencer comentó que uno de ellos es lograr que los materiales naturales tengan resultados comparables a los catalizadores inorgánicos, que son muy eficientes y baratos. Para ello, usa derivados fenólicos, en la búsqueda de alternativas adecuadas.
Un poliácido gálico es soluble en agua. “Conseguimos, con una estructura molecular definida, una mayor disponibilidad biológica. Tiene capacidades antioxidantes y antimicrobiana, cualidades útiles en biomedicina y alimentos”.
Resaltó que esta molécula podría servir como un aditivo alimentario que con su capacidad antimicrobiana y antioxidante puede prevenir enfermedades y otros problemas de salud.
Gimeno Seco agregó que junto con su equipo universitario trabajan con otros investigadores de la Facultad de Química y especialistas de los hospitales generales, Dr. Manuel Gea González, interesados en aplicar esta molécula a las llagas de pacientes con diabetes y en estudios relacionados con factores de disrupción endócrina, respectivamente.
Al ser soluble, la molécula podría incorporarse a la zona afectada y actuar contra bacterias resistentes. El proceso, explicó, puede lograrse al anclar su molécula de “poliácido gálico” a otros biopolímeros de amplio uso con capacidad formadora de películas.
Este texto apareció originalmente en La Jornada, puedes encontrar el original aquí.
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