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Nicaragua no produce su propio petróleo y ha sido históricamente dependiente de las importaciones extranjeras. Pero el país está tratando de cambiar todo eso aprovechando sus recursos naturales: vientos fuertes, sol brillante y sus 19 volcanes.
Las autoridades nicaragüenses han fijado metas del 75% de energía renovable para 2017 y 90% para 2020, informó ProNicaragua. Un informe de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA) encontró que “los sectores de energía renovable en Nicaragua tienen un futuro brillante, tanto para proyectos a pequeña escala como a escala de utilidades, debido a los recursos renovables en gran parte inexplotados”.
En junio de 2015, los sectores de energía renovable representaban el 54% de toda la producción de electricidad y el 80% del país tenía acceso confiable a la red.
Hace sólo 10 años el 64% de los nicaragüenses con acceso a la red eléctrica periódicamente perdía energía de 4 a 5 horas diarias y sólo el 25% de la electricidad provenía de fuentes renovables. Incluso hace unos pocos años, los apagones de 12 horas seguían siendo comunes. Pero todo eso está empezando a cambiar.
Cuando Daniel Ortega asumió la presidencia en 2007, tomó la audaz decisión de invertir fuertemente en los sectores de energía renovable. “Durante el período 2006-2012, el país centroamericano atrajo $1.5 millones en inversión en energía renovable”, informó ProNicaragua.
De acuerdo con el informe del año pasado de IRENA, de 2006 a 2012, el 15% de la electricidad de Nicaragua provino de la energía eólica, el 16% de la geotérmica, el 12% de la hidroeléctrica y el 7% de biomasa. ProNicaragua estima que del 20 al 30% la generación total de electricidad proviene de la energía obtenida del viento, eso que el país apenas ha empezado a aprovechar su potencial solar.
Este texto apareció originalmente en Ecowatch, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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