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Un informe realizado por World Wildlife Fund (WWF) alertó sobre la dramática situación que atraviesa la vida silvestre. Si la tendencia actual sigue su curso, se calcula que en cuatro años, el mundo perderá dos tercios de la vida silvestre. El dato inicial provoca conmoción.
La alarma se desprende de otro hallazgo del reporte que sostiene que se produjo una disminución del 58% en las poblaciones de vertebrados (peces, aves, mamíferos, reptiles y anfibios) entre 1970 y 2012. Según los investigadores, existen 5 factores principales que ocasionaron tal desastre natural: la pérdida de los hábitats, la sobreexplotación, la contaminación, las especies invasoras y el cambio climático. A raíz de ello, 3.706 especies que habitan en tierra, mar y ríos se vieron debilitadas en forma notoria.
“A medida que la humanidad sigue exigiendo cada vez más a la tierra y ejerce presión sobre nuestro capital natural, lo que estamos viendo es la desaparición de la vida silvestre”, dijo Colby Loucks, director del Programa de Conservación de Vida Silvestre de la WWF.
De acuerdo al informe, la humanidad se expandió tanto en diversas actividades que atentan contra la conservación, como la tala de selvas tropicales, la caza y la sobrepesca en los mares, que ahora requiere más de la disponibilidad que ofrece la Tierra para proporcionar los bienes y servicios que se utilizan cada año.
La entidad WWF clasifica como “huella ecológica” a este consumo desmedido de los recursos que requiere la vida de un ser humano promedio en distintas regiones. Las naciones más ricas, incluidas Estados Unidos, Canadá y Australia, tienen las mayores huellas en el mundo.
“No creo que la gente conozca realmente el alcance de estos daños”, señaló Loucks. “En última instancia, vamos a necesitar una acción colectiva para tratar de mantener lo que los seres humanos necesitamos, así como también el mundo natural”.
Las especies que entraron en peligro hace algunos años y aparecen en vías extinción son múltiples. Por ejemplo, el censo de elefantes africanos demostró una caída del 30% de la especie en todo el continente y tan solo en 7 años. Por su parte, la gran barrera de coral también también registró una disminución drástica en sus especies marinas.
Las especies de agua dulce fueron las más afectadas, con una disminución del 81% en sus poblaciones. En especial, las ballenas y los delfines fueron los más perjudicados a raíz de la acuciante contaminación en los mares europeos. Aunque los que mayor disminución padecieron fueron los anfibios debido a una enfermedad fúngica que se desplegó por todo el mundo.
“La sostenibilidad y la resiliencia se lograrán mucho más rápido si la mayoría de la población de la Tierra comprende el valor y percibe las necesidades de nuestra tierra cada vez más frágil”, sostiene el informe. Su principal autor, Loucks, es consciente de que ese cambio profundo en la mentalidad de los seres humanos será muy difícil. “En algún momento, la Tierra va a decir ‘basta’. Y eso va a ser catastrófico”, alertó.
Este texto apareció originalmente en Infobae, puedes leer el original aquí.
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