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Al hablar de Ámsterdam, la capital de Holanda, uno se imagina a los habitantes pedaleando en sus bicicletas por calles limpias y verdes. Pero esta idea no es del todo cierta, pese a que la capital ha anunciado que quiere convertirse en la primera urbe europea con cero emisiones, actualmente es una de las ciudades con peor calidad del aire de Europa. Tanto es así que el pasado verano una organización ecologista llevó a los tribunales al gobierno acusándole de atentar contra los derechos humanos a causa de los altos índices de contaminación.
Frente a este problema, existen varias soluciones y una de ellas es la propuesta por Joris Lam y su compañía TreeWiFi. El nombre de la empresa fundada por este diseñador y productor audiovisual holandés resulta suficientemente explícito: árboles con conexión a internet. Lam y su equipo han comenzado a instalar en determinados puntos de Ámsterdam casas para pájaros dotadas de sofisticados sensores que miden los niveles de contaminación atmosférica. Cuando el aire no rebasa los niveles de polución recomendados, la pajarera se ilumina con color verde y ofrece acceso gratuito a internet a través de una potente conexión de wifi. Cuando, por el contrario, el ambiente se vuelve irrespirable, una iluminación roja lo denuncia y se corta la conexión.
Para Joris Lam, esto puede ser una buena forma de concienciación: “si implementamos herramientas que todo el mundo puede entender, con las que todo el mundo pueda ver la contaminación con sus propios ojos, tal vez la gente deje de utilizar autos porque ellos mismos podrán observar las consecuencias de sus acciones”.
En su página web, el equipo asegura que los sensores están bien calibrados y que son confiables ya que trabajan en conjunto con el instituto nacional holandés RIVM y GGD Amsterdam. También explican que, según la Organización Mundial de la Salud, las señales electrónicas de wifi consumidas no pueden causar daño al material orgánico.
El plan es ampliar las posibilidades de su idea, añadiendo a la recompensa de internet gratis, otros beneficios como música, descarga de aplicaciones o descuentos en los comercios de la zona donde estén situados los medidores. Sin duda una forma amable y original de conseguir que, entre todos, nos propongamos solucionar uno de los más graves problemas de nuestro tiempo.
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