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Cuarenta años después de que el símbolo de reciclaje apareciera, solo el 14% de las 78 millones de toneladas de envases plásticos producidos cada año en todo el mundo se recolectan para reciclar. Además que el 33% termina ensuciando paisajes y el océano, según un informe de la Fundación Ellen MacArthur (Reino Unido) y presentado al Foro Económico Mundial en enero pasado.
“Obviamente, si se observan los números, la única conclusión que se puede extraer es que los enfoques existentes no se han ampliado en la medida necesaria”, dijo Rob Opsomer, jefe de iniciativas sistémicas de la fundación. “Necesitamos que los mayores productores de los materiales, las marcas de consumo y las ciudades recolecten, clasifiquen y reciclen juntas para establecer colaboraciones en toda la cadena de valor”.
En otro esfuerzo por estimular el cambio en cómo se producen y consumen los plásticos, la fundación otorgó este mes, premios por un total de $1 millón a empresarios que idearon soluciones de diseño para algunas de las formas de plástico más comunes que se usan una vez y se descartan.
Los diseños ganadores, anunciados en la conferencia Our Ocean, en Malta el 5 de octubre, incluyeron un contenedor para pequeñas porciones de condimentos que se descompone sin necesidad de compostaje y es comestible; embalaje hecho de algas marinas y una vaso de café reutilizable cuyo objetivo es reemplazar los 100 mil millones de vasos y tapas de un solo uso que se consumen en todo el mundo anualmente.
El premio es parte de la iniciativa New Plastics Economy de la Fundación Ellen MacArthur. Es un paso hacia lo que llaman una “economía circular“, que “apunta a mantener los productos, componentes y materiales en su máxima utilidad y valor en todo momento”, según el sitio web de la fundación.
“Necesitamos cambiar la forma en que fabricamos y usamos plástico para que no se convierta en desecho en primer lugar y pueda reutilizarse y reciclarse una y otra vez”, dijo Opsomer.
Después de la respuesta positiva al informe de funcionarios gubernamentales y ejecutivos de empresas en el Foro Económico Mundial, Opsomer comenzó a trabajar con empresas y municipalidades para reducir la cantidad de plástico producido y facilitar el reciclaje de plásticos. El informe estima que los envases de plástico, por un valor de entre $80 mil millones y $120 mil millones, se descartan cada año.
En la conferencia Our Ocean, seis compañías, incluidas PepsiCo, Coca-Cola y Mars, se comprometieron a volver el 100% sus envases de plástico reutilizables, reciclables o compostables para el año 2025. (Los compromisos son voluntarios, no existe ningún mecanismo de aplicación si no cumplen su promesa.)
Opsomer señaló que en Asia, donde se origina el 80% del plástico oceánico, existen pocas instalaciones para el reciclaje fuera de las principales ciudades en los países más ricos. En cambio, los “recolectores” recogen los tipos de plástico que pueden vender y dejan los que no. Si las empresas que producen el plástico solo fabricaran plástico vendible, se recogería más. La tasa de reciclaje global para botellas de PET, por ejemplo, es del 55%, y en lugares con un precio de devolución en botellas, es del 80% al 95%.
“El comportamiento individual es una pieza del rompecabezas, pero no el componente crítico”, dijo Opsomer.
Eso significa que puede haber una transformación significativa al cambiar el comportamiento de unos pocos, cientos o miles de empresas y gobiernos, en lugar de miles de millones de consumidores de plástico. Ellos tienen un incentivo para hacerlo, de acuerdo con Opsomer.
“Al converger todos los tipos de plástico que se incluyen en los empaques, eso ahorraría costos con una cadena de suministros y compras más simple”, dijo. “Y si usted es un reciclador, tiene la posibilidad de aumentar su negocio”.
Una de las empresas ganadoras del desafío de diseño fue la empresa social chilena Algramo, que abordó el problema de las pequeñas botellas de plástico y bolsas de muestra, como las que se usan para el champú. Las personas compran productos de higiene en cantidades muy pequeñas y el problema es que el envase tiene una tasa baja de reciclaje, incluso si es reciclable, ya que existen pocas instalaciones de reciclaje en las zonas rurales.
“Utilizamos alrededor de 100 mil millones de bolsas en un año y la mayoría de ellas no se reciclan, afectando al ambiente”, dijo Brian Bauer, gerente de sostenibilidad de Algramo.
La respuesta de Algramo a esta problemática fue de aprovechar una red existente de dispensadores de productos secos en tiendas en pequeñas ciudades de Chile y adaptarlos para que puedan ser utilizados para dispensar líquidos en contenedores reutilizables.
Otro ganador fue Cup Club (Reino Unido), fundado por la arquitecta Safia Qereshi. Su idea de reducir el derroche de los vasos de café de un solo uso en cafeterías estaba enraizada en el antiguo sistema de distribución de leche y el de los vendedores ambulantes de té, que todavía son comunes en el sur de Asia. Y que solo el 15% de la bebida en los cafés se consume en las instalaciones, lo que significa que no hay esperanzas de reciclar un gran volumen de los vasos repartidos.
El proceso es el siguiente: los cafés participantes dispensan la bebida en un recipiente de Cup Club que está hecho de polipropileno sólido diseñado para usarse 200 veces y está equipado con una etiqueta de identificación de frecuencia de radio (RFID). Cuando la persona se termina su café, devuelve el vaso ya sea al café o en otro lugar. Con la etiqueta RFID vinculada al comprador, si él o ella no devuelven la taza, Cup Club le cobra el costo.
Si alguien deja el vaso en algún lado, otro participante en el sistema puede agarrarlo y cobrar una recompensa por devolverlo a un centro de recolección. Cup Club recoge los vasos de los centros, las lava y las devuelve a los cafés.
“Hemos desarrollado una forma para que los consumidores sean más responsables y, si no lo son, para que otros consumidores se beneficien”, dijo Qereshi. “Hay que incentivar y recompensar, esa es una de las características”.
“Para las marcas, es una gran oportunidad porque puedes ver que tus vasos nunca terminarán como restos en el océano”, dijo Qereshi.
Este artículo apareció en Oceans Deeply, puedes encontrar el original en inglés aquí. Para más noticias sobre los océanos puedes suscribirte a la lista de correos de Oceans Deeply.
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