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Hace dos años, los capitalistas de riesgo Stephen Forte, de Fresco Capital Fund, y Eric Harr, de Imagine Ventures, ambos con sede en California, solicitaron al Vaticano que respaldara una competencia tecnológica entre empresas emergentes que abordan el cambio climático, la energía y la gestión de recursos.
El Vaticano mostró su entusiasmo.
El resultado, donde nueve de 300 participantes recibieron $100,000 en inversiones de capital, representa otro cambio en el Vaticano para llegar al sector tecnológico. Los inversores incluyen a Ibrahim AlHusseini, fundador y socio director de FullCycle Energy Fund, que financia a las empresas que se centran en convertir los residuos en energía limpia; el emprendedor social emiratí Badr Jafar y el ingeniero de Google, Chade-Meng Tan.
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A pesar de que el Vaticano no ofreció financiamiento, el cardenal Peter Turkson, el principal asesor del Papa Francisco en cuestiones ambientales, dio asesoramiento a los participantes. El programa, llamado Laudato Si, hace referencia a la encíclica del Papa de 2015, que instaba a las naciones a sacar a la “Madre Tierra” de una “espiral de autodestrucción”.
“La alta tecnología, la inteligencia artificial y todos esos elementos pueden contribuir al bienestar de la Tierra”, dijo el cardenal Turkson, quien administra personalmente sus páginas de Twitter y Facebook. “La alta tecnología es un producto de la mente humana. Y en esta encíclica el desafío de la ciencia juega un papel crucial”.
En diciembre pasado, nueve nuevas empresas pasaron a la etapa final de un desafío destinado a aplicar la visión del Papa Francisco sobre el cambio climático a las ideas de alta tecnología. La demostración se realizó en uno de los territorios que son propiedad del Vaticano en Roma.
La atención del Vaticano ha ayudado a atraer a fundadores de tecnología y celebridades. El cofundador de Twitter, Biz Stone, compartió consejos en una charla con los emprendedores sobre el programa. Turkson se reunió con los inversores y fundadores de empresas emergentes, y presentó un evento de demostración con el actor estadounidense Danny De Vito.
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Al Papa Francisco no lo han visto usar un teléfono móvil en público desde que se convirtió en Papa, pero sí tiene millones de seguidores en Twitter. En el quinto aniversario de la creación de su cuenta de Twitter, tuiteó: “Que las redes sociales siempre sean espacios ricos en humanidad”.
El equipo de Laudato Si incluye personal de apoyo, fotógrafos y una empresa de comunicaciones y provienen principalmente de Silicon Valley (Estados Unidos).
“El Vaticano nos ha abierto las puertas a los inversores”, dijo Josh Israel, cofundador de Pāpr, una aplicación de software diseñada para reducir el uso de papel en las oficinas. “El retorno de la inversión para llegar al Vaticano ha sido alto”, dijo. La firma recibió $300,000 en inversiones gracias al proyecto.
Entre los otros inventos que llegaron a Roma se encuentran la tecnología para convertir los desechos de las cervecerías en harina, un filtro que permite a las personas beber directamente del agua contaminada y una bombilla de luz solar que reemplaza las lámparas de queroseno altamente contaminantes.
Valeria Sánchez, de 25 años, de Guadalajara (México), es una de las cuatro mujeres que fundaron Protrash, una aplicación que ayuda a las comunidades a recolectar desechos de plástico y aluminio.
“Estamos aquí gracias al Papa Francisco, él hizo una revolución sobre el cambio climático”, dijo.
A partir de ahora, las nueve compañías estarán solas para buscar más fondos para sus ideas. Pero la red establecida durante esos meses y el impacto del apoyo del Vaticano probablemente ayuden a las compañías a obtener más respaldo financiero.
Este texto apareció originalmente en Bloomberg, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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