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Las ballenas son las ingenieras del medio ambiente. Ayudan a mantener la estabilidad y la salud de los océanos, e incluso brindan servicios a la sociedad. ¿Por qué salvar a las ballenas es esencial para la regeneración de los océanos?
A partir del siglo 17 la caza de ballenas empezó a ser un negocio a nivel mundial. Hoy en día, el exterminio de ballenas en el siglo 20 está mas que demostrado. La cantidad de especies de ballenas ha disminuido drásticamente como resultado de los 200 años de caza; se mataba a las ballenas por su carne, su grasa y sus huesos.
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Los movimientos ecológicos de los años 70 fueron decisivos para detener la caza de ballenas con fines comerciales. A principios de los años 80, llegó la prohibición de la caza comercial.
Hoy día la cantidad de ballenas en nuestras aguas sigue siendo baja porque se enfrentan a otras amenazas causadas también por los humanos. Pero las ballenas son fundamentales para la salud de los océanos. ¿Por qué? Todo se reduce a dos cosas importantes: heces de ballena y cuerpos en descomposición.
Cuando las ballenas se sumergen en las profundidades para alimentarse y salen a la superficie para respirar, liberan grandes cantidades de heces, que llevan nutrientes esenciales desde las profundidades del océano a las aguas superficiales, donde estimula el crecimiento del fitoplancton, base de todas las cadenas alimentarias marinas. Por eso, tener más ballenas defecando en los océanos es muy beneficioso para todo el ecosistema marino. Las ballenas también son famosas por realizar migraciones muy largas. Mientras lo hacen, transportan nutrientes en sus heces.
También, una vez muertas, los cuerpos de las ballenas son una de las mayores fuentes de detrito que cae desde las capas superiores del océano, y se llama caída de ballenas. Al hundirse, estos cadáveres proporcionan alimento para mas de 400 especies.
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Así que en los más de 200 años de caza de ballenas, al matar y retirar sus cuerpos de los océanos hemos alterado la tasa y la distribución geográfica de estas caídas que de otro modo hubieran descendido a las profundidades oceánicas, y, como resultado, hemos condenado a la extinción a un número de especies más especializadas que dependían de estos cadáveres para su supervivencia.
Las ballenas también son los bosques de los océanos. Las ballenas almacenan dióxido de carbono dentro de sus cuerpos y cuando las matan liberan gran parte de este CO2. Con sólo dejar crecer grupos grandes de ballenas, se pueden capturar gases de efecto invernadero de la misma forma que se reforesta un campo.
La conservación de las ballenas es una forma simple, barata y ecológica de luchar contra el cambio climático y el calentamiento global.
Este texto apareció originalmente en EcoInventos, puedes encontrar el original aquí. Artículo obtenido de la charla de Asha de Vos en TED: Por qué nos debería interesar las heces de ballena.
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