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La isla Revolución de Octubre fue considerada como “un pequeño rincón del cielo” en la ciudad rusa de Kaliningrado. Luego se construyó un estadio de la Copa del Mundo en la isla.
Rusia afirma que sus estadios en la Copa Mundial cumplen con los más altos estándares ambientales. Es la primera Copa del Mundo cuyos estadios fueron requeridos en incorporar la sostenibilidad en su construcción y renovación, según el informe de la FIFA Estadios más sostenibles.
Sin embargo, algunos se han construido sobre áreas ecológicamente sensibles.
El sitio del Estadio de Kaliningrado, con 35,000 asientos, donde jugarán Inglaterra y España, fue uno de los últimos sitios de humedales naturales de Kaliningrado, una isla en el contaminado río Pregolya. Su arcilla blanda protegía las colonias de aves acuáticas del desarrollo industrial de la ciudad portuaria bajo el primer gobierno alemán, luego soviético y luego ruso.
Eso cambió en 2014 cuando se extendió más de un millón de toneladas de arena en el sitio para estabilizarlo para la construcción del estadio.
Dependiendo de su punto de vista, es un triunfo de la ingeniería o un desastre ambiental.
“Era una isla típica del delta, con turba y un cañaverales. Era un pequeño rincón del cielo en la ciudad, donde vivían los pájaros”, dijo la ecologista local Alexandra Korolyova.
“En realidad, si Rusia prestara más atención a la protección del medio ambiente, podría haberse convertido en una reserva o un parque nacional dentro de la ciudad”.
Korolyova hizo campaña contra el estadio como parte de la organización medioambiental local Eco Defense porque la isla era “un filtro” para el río contaminado y “hemos perdido mucho y no veo lo que hemos ganado”. El estadio, al igual que la mayoría de los locales de Rusia, se convertirá en un centro para desarrollos comerciales y residenciales después de la Copa del Mundo, y eso podría amenazar a las partes salvajes restantes de la isla.
Pero había otra opción. En la etapa de diseño, el entonces ministro de Deportes, Vitaly Mutko, dijo que el humedal de la Isla Revolución de Octubre era demasiado costoso y promovió una importante reconstrucción del actual Baltika Stadium de Kaliningrado. Los funcionarios locales protestaron, con éxito, que el antiguo estadio era un sitio histórico.
“Todo se hizo de acuerdo con las mejores prácticas”, dijo Arkady Dvorkovich, presidente del comité organizador de la Copa del Mundo.
“Este lugar, en mi opinión, era más como un terreno baldío que un lugar con muy buena naturaleza. Teóricamente, por supuesto, se puede llamar a cualquier pantano un lugar muy bonito y ambientalmente limpio, pero no es realmente correcto en relación con la infraestructura de la ciudad y las ciudades.”
El viceprimer ministro de la región de Kaliningrado, Alexander Rolbinov, desestimó las preocupaciones medioambientales.
“No recuerdo ninguna oposición de los ecologistas”, dijo a The Associated Press, señalando que el factor clave era el enlace de transporte de la isla con el resto de la ciudad. “Hemos logrado esta tarea a un nivel excelente”.
En Kazán, la policía detuvo a siete activistas medioambientales antes del sorteo de la Copa Confederaciones en 2016. Estaban haciendo campaña contra los planes de ampliar un estacionamiento cerca de la Arena Kazan al asfaltar una pradera junto al río.
Los visitantes de la Copa Mundial en Moscú corren el riesgo de agravar el problema crónico de la capital rusa, que se deshace de la basura en vertederos que se desbordan.
Se tiró mucha basura cerca de la ciudad de Volokolamsk, a 110 kilómetros al oeste de Moscú, donde una mezcla tóxica de sulfuro de hidrógeno y gases de metano envolvió la ciudad durante el invierno. Los residentes se quejaron de dolores de cabeza y se llevaron a cabo grandes protestas en nueve ciudades y pueblos de la región de Moscú sobre la contaminación y los planes del gobierno para construir un incinerador de basura.
La consternación del público con la eliminación de basura en la capital rusa aumentó marcadamente en marzo después de que decenas de niños en la ciudad de Volokolamsk se enfermaron con síntomas de intoxicación por gas vinculados a un vertedero.
La ciudad más pequeña de la Copa del Mundo de Rusia, Saransk, lidera el país en la eliminación de basura ambientalmente amigable, con la basura separada y reciclada por una empresa alemana. Su estadio, que albergará a Portugal, fue construido sobre una mezcla de viviendas antiguas y marismas.
El ministro local a cargo de los preparativos de la Copa Mundial defendió esa decisión.
“En todo el distrito donde se encuentra el estadio y todas las casas a su alrededor, literalmente hace seis o siete años, había un pantano aquí”, dijo Alexei Merkushkin a la AP. “Al poner todo este territorio en orden, por así decirlo, ya hemos hecho una gran contribución a la ecología porque éste era el lugar más horrible de la ciudad … Creo que la Copa Mundial dio un gran impulso a la mejora del medio ambiente en nuestra ciudad a pesar de que ya era muy buena “.
Este texto apareció originalmente en Associated Press News, puedes leerlo en inglés aquí.
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