Suscríbete
España se ha convertido en referente mundial en tratamiento medioambiental de envases de medicamentos, con un aumento del 12.5% en 2018 del material depositado por los ciudadanos en puntos específicos para ello en farmacias y un sistema puntero que está sirviendo de ejemplo a otros países en el mundo.
“En España podemos sacar pecho porque somos uno de los pocos países con un sistema que está inspirando a otros territorios, por ejemplo en Iberoamérica, para ayudar al ciudadano a desprenderse de envases de medicamentos y restos de estos sin contaminar el medio ambiente”, dijo Juan Carlos Mampaso, director general de Sigre Medicamento y Medio Ambiente, una entidad sin ánimo de lucro responsable de la gestión ambiental de esos residuos.
Los llamados puntos Sigre están presentes en casi la totalidad de las farmacias españolas como punto de recogida de los envases de medicamentos, se excluye material sanitario, dígase agujas, radiografías, gasas, termómetros.
También se han visto países con sistemas similares en Europa como en Francia, Portugal, Hungría y Bélgica, según el director general de Sigre. Su objetivo es ayudar a concienciar de la necesidad de no arrojar los envases vacíos, los restos de medicamentos caducados o que ya no se necesitan a la basura o por el desagüe de casa.
“Estamos viendo que la gente esta más concientizada” a la hora de llevar sus medicamentos caducados o en desuso a los puntos Sigre en las farmacias.
En 2018 se registró un incremento de envases vacíos recogidos o con restos de medicamentos del 12.5%, mientras que la media depositada se sitúa en 103 gramos por habitante al año.
Te puede interesar: La Unión Europea eleva a 55% el reciclaje obligatorio de residuos municipales
Según datos estimados se encuentra en la media alta en Europa en cuanto a recogida de estos residuos. En España, las comunidades autónomas en cabeza son Navarra, Aragón, Cataluña, País Vasco, Galicia y Madrid.
Además, mejora anualmente la calidad del material depositado en los puntos Sigre, con un mayor número de envases vacíos cuya cifra por primera vez en 2018 superó ligeramente el 20% del total de envases depositados. Aunque el envase esté vacío, este debe llevarse también a los puntos Sigre, porque contiene restos químicos que tienen que ser destruidos en beneficio del medio ambiente y la salud de la población, insiste Mampaso.
Añade que los medicamentos inservibles no se deben tirar por los desagües ni a la basura, sino que tienen que depositarse incluso los envases vacíos en los puntos Sigre de las farmacias, como se especifica en los prospectos de todos los medicamentos autorizados en España.
El problema de verter jarabes u otros medicamentos en el inodoro o fregadero es que podrían llegar partículas a los ríos o mares en el caso de pasar por sistemas de depuración obsoletos o poco eficientes.
En el caso de las pastillas que se arrojan con otros residuos, y no en los puntos Sigre en las farmacias custodiados por un profesional sanitario, es que en ese caso sus compuestos podrían llegar a mezclarse con la tierra o ser arrastrados por las lluvias y esparcirse por el terreno.
Mampaso ha destacado los avances en innovación alcanzados por la industria farmacéutica en los últimos años, que ha conseguido reducir un 23% el peso medio de los envases farmacéuticos comercializados en el país.
Te recomendamos: El plan de la UE para reciclar más
Se ha logrado que uno de cada cuatro envases de venta en farmacias incorpore alguna medida de ecodiseño como reducción de márgenes del cartón de la caja, aproximación de los alveolos de los blisters que contienen las cápsulas y utilización de materiales más ecológicos.
Respecto al destino del material recogido, “el objetivo es eliminar el medicamento porque está prohibido reutilizarlo“. Los materiales de los envases (cartón, plástico, vidrio, metales, etc.) una vez vaciados y descontaminados se reciclan. Por su parte, los restos de medicamentos se eliminan mediante valorización energética, utilizándolos como combustible en plantas cementeras.
El proceso de separación de los productos para su posterior gestión se realiza conforme a la actual legislación española y europea sobre medio ambiente y sanidad, con la supervisión de las consejerías de Medio Ambiente de las comunidades autónomas.
“Hemos sido pioneros en montar una planta en Tudela de Duero (Valladolid), en la que se separan los envases del contenido de medicamento que aún puedan contener.
Una vez vaciado y descontaminado, se clasifican por materiales (papel y cartón, vidrio, plástico, etc.) para su posterior reciclado. Esto se hace de forma automatizada.
Este texto apareció originalmente en EfeVerde, puedes encontrar el original aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana