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El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, señaló que cada país debe contribuir a frenar la crisis climática al tomar medidas como poner impuestos a las emisiones de carbono, acabar con los subsidios para los combustibles fósiles y detener la construcción de centrales eléctricas de carbón para 2020.
Destacó que a pesar de que en varios de sus discursos ha hecho pública la petición de eliminar urgentemente los combustibles fósiles, aún se están construyendo cientos de centrales eléctricas de carbón y otras tantas más están en proceso de edificación.
Además, en el marco de la Cumbre de Acción Climática realizada en Nueva York en septiembre pasado, los países se comprometieron a intensificar los esfuerzos para limitar el calentamiento global a 1.5°C, así como limitar la cantidad de electricidad producida a partir de fuentes de carbón.
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El sector energético depende en gran medida de los combustibles fósiles y es el responsable en un 40% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2), uno de los llamados Gases de Efecto Invernadero (GEI) que atrapan el calor en la atmósfera y calientan la Tierra.
Otros gases que se encuentran en la atmósfera terrestre y generan este proceso de radiación térmica son el vapor de agua, el metano, el óxido de nitrógeno y el ozono.
Guterres ha reconocido que muchas economías desarrolladas han escuchado el mensaje de la ONU, pero el sudeste asiático parece responder a sus necesidades energéticas con los combustibles fósiles tales como el petróleo, carbón, gas natural y gas licuado del petróleo.
De acuerdo con la iniciativa “Energía Sostenible para Todos” respaldada por la ONU, muestra que esta región posee el tercer mayor número de plantas de energía de carbón después de China e India, así como Indonesia, Vietnam y Filipinas tienen la mayor cartera de plantas de carbón.
Pese a esto, dijo que varias naciones se están moviendo lentamente en la dirección correcta y el número de plantas actualmente planificadas está disminuyendo, además la cantidad de permisos de las nuevas plantas de carbón se ha reducido a mínimos históricos y se han cancelado más de mil.
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En este sentido, destacó la acción tomada por Reino Unido de eliminar completamente el carbón en los próximos años; Alemania acordó detenerse para 2038 y otras naciones de la Unión Europea han anunciado que pondrán fin al uso del carbón para 2030.
Mientras que Chile se comprometió a cerrar todas sus centrales eléctricas de carbón para 2040 y Corea del Sur lo hará para 2022. Estas acciones demuestran el consenso global sobre la necesidad de limitar el calentamiento global y de este modo proteger la salud humana.
Este texto apareció originalmente en Forbes, puedes ver el original aquí.
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