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Nuevos estudios han encontrado que podría haber agua en la Luna, en más lugares y en cantidades mayores de lo que se sospechaba anteriormente. Astronautas podrían obtener con ella suministros o combustible.
Dos nuevos estudios publicados en la revista Nature Astronomy sugieren que en la Luna podría haber mucha más agua de lo que se pensaba anteriormente, incluido el hielo almacenado en “trampas frías” en los polos lunares.
“Anunciamos que, por primera vez, hemos confirmado H2O en áreas de la Luna iluminadas por el sol. Esto indica que el agua podría estar distribuida a través de la superficie lunar”, tuiteó la NASA el lunes desde su cuenta relacionada con la luna.
Durante décadas se pensó que la Luna estaba completamente seca. Hace 11 años, investigadores encontraron agua está relativamente extendida en pequeñas cantidades, en el lado oscuro de la Luna. Ahora, otro equipo de científicos informa sobre la primera detección clara de moléculas de agua en áreas iluminadas por el sol.
Más de 40,000 kilómetros cuadrados de áreas lunares tienen la capacidad de captar agua en forma de hielo, según Paul Hayne, de la Universidad de Colorado, quien dirigió el equipo de científicos. Esa área es aproximadamente un 20% más grande que las estimaciones anteriores, dijo, y agregó que las temperaturas en estas llamadas “trampas frías” alcanzan -163°C, lo que significa que podrían retener el hielo durante millones o incluso miles de millones de años.
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Utilizando datos del Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA, los científicos encontraron “trampas frías” de unos pocos metros de ancho, y otras con una anchura de hasta 30 kilómetros.
El descubrimiento plantea la tentadora perspectiva de que los astronautas en misiones futuras puedan aprovechar estos recursos para el suministro prolongado de agua, y para fabricar combustible para cohetes.
“Creemos que esto ayudará a expandir los posibles lugares de aterrizaje para futuras misiones lunares en busca de agua”, dijo Hayne a agencias.
Casey Honniball, del Instituto de Geofísica y Planetología de Hawái, dijo que el agua podría estar atrapada en perlas de vidrio u otra sustancia que la proteja del duro entorno lunar. Dijo que si se descubría que el agua era “suficientemente abundante en ciertos lugares”, los astronautas podrían usarla como recurso para la exploración humana.
Los científicos creen que el agua de la Luna proviene de cometas, asteroides, polvo interplanetario, viento solar o erupciones volcánicas lunares. Según Hayne, los investigadores comprenderán mejor las fuentes “si podemos bajar a la superficie y analizar muestras del hielo”.
Estados Unidos quiere que la NASA devuelva a los astronautas a la luna para 2024 como parte de su programa Artemisa.
Este texto apareció originalmente en DW, puedes ver el original aquí.
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