Suscríbete
La educación ambiental es esencial para que la acción climática siga creciendo en el mundo y en futuras generaciones.
A medida que la crisis climática se agrava, la urgencia por hacer cambios drásticos en el estilo de vida de las personas y detener la producción de los combustibles fósiles se vuelve un reto cada vez más grande.
Pero para comenzar a actuar por el cambio climático, primero debemos saber qué es el cambio climático y conocer los impactos que está causando en nuestro entorno, así como las soluciones que existen y que podemos hacer desde nuestros hogares. Todo este conocimiento forma parte de la educación ambiental.
Lo malo: no todos han recibido este conocimiento. Lo bueno: ¡no hay edad para comenzar a aprender!
Según la UNESCO, “la educación fomenta cambios en las actitudes y el comportamiento de los jóvenes y les ayuda a adaptarse a las tendencias relacionadas con el cambio climático”.
Al escuchar sobre educación ambiental podemos asumir que se trata de un tipo de enseñanza formal que se da en un instituto o por parte de un profesional, lo cierto es que existen muchas formas de aprender sobre cómo funciona nuestro planeta, incluso podemos ser nosotros quienes le enseñemos a alguien más.
Si queremos tener un futuro sostenible donde se cumplas los objetivos de ser carbono neutral se necesitan hacer cambios desde la enseñanza escolar, pues es ahí donde los niños y niñas pueden desarrollar una conducta y conciencia social acorde al nuevo pensamiento verde, y que definirá el tipo de ciudadanos que serán en el futuro.
“Tan importante es avanzar en áreas como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la formulación de políticas gubernamentales efectivas como brindar educación y capacitación para aumentar el conocimiento en una audiencia tan amplia como sea posible”, según indica la ONU como parte de su compromiso con la educación sobre el cambio climático.
En los últimos años, organizaciones y movimientos nacionales han estado luchando por incluir en el pensum escolar de cada país la educación ambiental, pero no solamente como una materia sino establecer un nuevo estilo de vida. De hecho, muchas de estas iniciativas funcionan acorde a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente para el número 13, que es Acción Climática.
Es verdad que muchos planes de educación ya incluyen al medio ambiente en su contenido, pero no el cambio climático. A los niños no se les puede ocultar la verdad, por más “fea” que sea. Tampoco se trata de asustarlos, pero si los maestros les brindan tanto los problemas como las soluciones de una forma didáctica, los niños son capaces de crecer con un estilo de vida más consciente y con la motivación para cambiar el sistema actual a uno sostenible.
Por ejemplo, un informe de la Universidad de Stanford analizó cómo este tema había beneficiado a los alumnos desde la guardería hasta el final de la escuela secundaria, concluyendo que el 83% de los alumnos mejoraron su comportamiento ambiental.
¿Y qué pasa con los que ya crecimos? Aún no es tarde.
Ahora existen muchas organizaciones y movimientos que brindan capacitaciones sobre educación ambiental a todo tipo de grupos, como empresas, comunidades o institutos. Uno de ellos es Climate Reality Project, que forma líderes climáticos de todo el mundo por medio de congresos presenciales y virtuales; luego, estos líderes se convierten en mentores y se les brinda el material necesario para impartir sus propias presentaciones con información climática.
Sin embargo, así como los valores, estos no pueden ser impartidos nada más en las escuelas. Cualquier tipo de formación para un niño comienza desde casa. Es aquí donde la familia también se vuelve mentora de educación ambiental.
La Unesco recomienda cuatro objetivos fundamentales para la formación ambiental en los niños:
Las nuevas generaciones no solo serán los próximos gobernantes del mundo, también tendrán que enfrentarse a los impactos inevitables del cambio climático, como desastres naturales potenciados, estrés hídrico, altas temperaturas; por lo que deberán estar preparados emocional y mentalmente para buscar soluciones más urgentes y efectivas.
Sin embargo, no solo los niños aprenden en casa, los padres, hermanos, abuelos y amigos también pueden aprender sobre el cambio climático y sostenibilidad. Ya sea viendo una película o documental, yendo a eventos ambientales o cambiando su estilo de vida pueden crear un hogar verde.
La acción climática es demasiado amplia, pero todo comienza con el conocimiento. Si no sabes cómo empezar a actuar por el planeta o no encuentras dónde puedas educarte sobre el cambio climático, solo hace falta comenzar con las herramientas que ya tenemos a la mano, como el internet. Eso sí, es importante buscar fuentes confiables que se basen en la ciencia con datos verificados.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana