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Las empresas de moda más importantes de España comenzarán a recoger ropa desechada a partir de abril del próximo año como parte de un plan piloto voluntario para gestionar los residuos textiles que se anticipa a las regulaciones de la UE que se espera que entren en vigor en 2026.
Inditex, propietario de Zara, H&M, abre nueva pestaña, Decathlon, Ikea y Primark, abre nueva pestaña se encuentran entre las 10 marcas que participarán en un ensayo que separará los textiles y los zapatos de la recolección de otros residuos para que puedan reutilizarse o reciclarse, según los organizadores del proyecto, denominado Re-viste.
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España está esperando la aprobación final de las nuevas regulaciones de la UE que requerirán que los estados miembros separen los textiles de otros residuos antes de emitir reglas para las empresas de moda, que asumirán el costo de la gestión de los residuos textiles, dijo Marta Gómez, directora de calidad y evaluación ambiental del Ministerio de Transición Energética, a los líderes de la moda en un evento en Madrid.
La normativa de la UE no entrará en vigor antes de 2026, ya que las autoridades darán a las empresas al menos un año para adaptarse, según han afirmado responsables gubernamentales y fuentes de la industria de la moda.
“La normativa nos marca el camino, pero hemos decidido no esperar a cumplir con los requisitos legales”, ha afirmado Andrés Fernández, presidente de Re-viste y responsable de sostenibilidad de la cadena de tiendas Mango, que también forma parte del ensayo.
Las normas supondrán que las empresas que vendan más ropa y zapatos probablemente tengan que pagar más por la gestión de los residuos.
En España, sólo el 12% de la ropa usada se recoge por separado y el 88% acaba en vertederos, según datos oficiales. Cada residente en España desecha 20 kilos de ropa al año en comparación con una media de siete kilos en Europa, según las autoridades.
Durante el ensayo, que durará un año, Re-viste tiene previsto instalar decenas de contenedores en iglesias, tiendas, centros comerciales y calles para recoger los residuos en bolsas y llevarlos a plantas de clasificación. Una vez que la legislación entre en vigor, las empresas de moda estiman que España necesitará un contenedor de residuos textiles por cada 1,200 habitantes.
Este texto apareció originalmente en Reuters.
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