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Los expertos de la empresa italiana Grado Zero Espace, aplicando su experiencia en el desarrollo de alternativas sustentables, crearon una tela ecológica que, a simple vista, parece cuero o gamuza. Sólo lo parece, porque en realidad este material que llamaron Muskin, fue desarrollado con setas.
La tela es producto de la extracción de la piel de la parte superior de un hongo cultivado específicamente para ese objetivo. Como no tiene químicos, es mucho menos tóxico que otras telas; no produce reacciones alérgicas cuando está en contacto con la piel y obviamente, es amigable con el medio ambiente.
Lo mejor, es que además de ser ecológica, esta tela es bastante resistente, lo que de la gran utilidad en la elaboración de sombreros, carteras y otros productos. Además, se comprobó que es resistente al agua, a la humedad y que crea una barrera contra las bacterias, algo que podría ser bastante bueno para fabricar plantillas para zapatos más higiénicas.
Este texto apareció originalmente en VeoVerde, puedes encontrar el original aquí.
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