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El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que seguirá adelante con los planes para imponer un impuesto al carbono en las provincias que no están dispuestas a combatir el cambio climático a pesar de la resistencia en las partes del país que tienen muchos votantes.
A partir de abril de 2019, la contaminación por carbono costará inicialmente C$20 por tonelada, aumentando en C$10 por año hasta que alcance C$50 en 2022.
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Trudeau explicó que todo el dinero recaudado se devolvería directamente a los contribuyentes en las cuatro provincias sin planes para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
“Los efectos del cambio climático están en todas partes, y son un recordatorio constante de la necesidad de actuar ahora”, dijo en un comunicado, citando las recientes olas de calor, inundaciones e incendios forestales.
Los datos oficiales muestran regularmente que Canadá tiene pocas posibilidades de alcanzar sus objetivos de cambio climático de reducir las emisiones en un 30% con respecto a los niveles de 2005 para 2030.
Los conservadores de Canadá, el mayor partido de oposición en el Parlamento federal, dicen que eliminarán la recaudación si toman el poder el próximo año.
El líder del partido, Andrew Scheer, quien aún no ha presentado su propio plan de cambio climático, dijo a los reporteros que el impuesto haría más costoso para los canadienses comunes conducir autos y calentar hogares.
El nuevo impuesto tendrá el mayor impacto en Ontario, la provincia más poblada de Canadá, donde el nuevo del primer ministro Doug Ford dice que llevará a Ottawa a los tribunales por el plan.
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Las posibilidades de Trudeau de conservar el poder el próximo año dependen en gran medida de Ontario, donde los liberales ya ocupan la mayoría de los asientos de las provincias en el Parlamento nacional.
Ford se movió para poner fin al programa de límites máximos y comercio de Ontario en julio con el argumento de que era una “toma de efectivo” que no hacía nada por el medio ambiente.
“La pregunta para los políticos conservadores es si no quieren actuar, ¿a quién esperan que actúe en su lugar?”, preguntó Trudeau en una conferencia de prensa para anunciar el impuesto.
El nuevo impuesto también se impondrá en Manitoba, Saskatchewan y New Brunswick.
“El gobierno federal ha hecho lo necesario para poner en funcionamiento esta importante herramienta y al mismo tiempo aliviar cualquier carga financiera que pueda tener para los canadienses”, dijo Catherine Abreu de Climate Action Network Canada.
Este texto apareció originalmente en Thomson Reuters Foundation, puedes encontrar el original aquí.
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