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El primer ministro chino, Li Keqiang, prometió intensificar la batalla contra el smog mortal, afirmando en un congreso político anual: “Haremos que nuestros cielos vuelvan a ser azules”.
En la inauguración del Congreso Nacional del Pueblo en Pekín, Li admitió que su país estaba enfrentando una grave crisis ambiental que había dejado a los ciudadanos chinos desesperados.
Diversas ciudades de China se han convertido en sinónimo de asfixia por la contaminación del aire en los últimos años. Ella es cause de hasta 1 millón de muertes al año.
Li dio a conocer una serie de medidas contra el smog, incluyendo el uso del carbón, la mejora de las centrales eléctricas de carbón, la reducción de las emisiones de los vehículos, el fomento del uso de vehículos de energía limpia y el castigo de los funcionarios gubernamentales que ignoran los delitos ambientales o de contaminación del aire. Las “fuentes clave” de contaminantes industriales se someterán a vigilancia las 24 horas en un esfuerzo por reducir las emisiones.
El primer ministro prometió que los niveles de PM2.5 caerían “marcadamente” en el 2018, pero no mencionó una cantidad en específico.
“Abordar el tema del smog está en cada uno de nosotros, y el éxito depende de tomar acción y el compromiso. Mientras toda la sociedad continúe intentando, cada año que pase, tendremos cada vez más cielos azules”- Li Keqiang.
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