Suscríbete
Hace 25 años el político británico John Mayor dijo que reducir las emisiones de carbono de Gran Bretaña de acuerdo con las recomendaciones de la ciencia del clima no perjudicaría la economía. Dijo “Nuestras medidas iniciales … traerán un retribución económica rentable al país, a los negocios y a la gente común”.
Esta era una declaración polémica en un momento en que la energía solar, por ejemplo, era una tecnología costosa mejor adaptada a la nave espacial que los tejados británicos. Y de hecho el argumento todavía se puede escuchar… que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero van a arruinar nuestras economías – incluso que nos devolverán a un nivel de vida pre-industrial.
Con el paso del tiempo el enfoque que ha tomado Gran Bretaña ha sido ricamente reivindicado. Como demuestra la investigación publicada por la Energy and Climate Intelligence Unit, en 25 años el británico medio se ha enriquecido más rápido que los ciudadanos de cualquier otra nación del G7, y al mismo tiempo su huella de carbono ha caído más rápido que en cualquier otra nación del G7. Si bien es cierto que se está estirando la realidad argumentando que el éxito económico de Gran Bretaña ha sido impulsado por sus políticas de cambio climático, nadie puede argumentar que las políticas climáticas han generado daño económico.
A nivel mundial, las emisiones de carbono han permanecido estables (planas) durante los últimos tres años, incluso mientras la economía mundial ha crecido un 7.5%. China e India están invirtiendo rápidamente sus políticas anteriores de construir mayores flotas de centrales eléctricas de carbón. El reemplazo del uso del carbón por el gas y las energías renovables ha llevado a las emisiones de carbono en Gran Bretaña han llevado al Reino Unido a un nivel visto por última vez durante la huelga general de 1926.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes encontrar el original en inglés aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana