IPCC: el impacto de la acumulación de carbono global en el ambiente
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- Escrito por Mónica Gálvez - Fuente IPCC - Foto por Kevin Frayer/WPP/Reuters
Exploramos el quinto capítulo de sexto reporte del cambio climático (AR6), publicado recientemente por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que nos habla sobre el carbono global generado principalmente por la actividad humana y cómo esto afecta en los distintos ecosistemas del planeta.
Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) mezcladas con el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido de nitroso (N2O) son producidas en su mayoría por la actividad humana, aumentando las concentraciones atmosféricas de GEI desde el período preindustrial. Esta acumulación de gases deteriora el equilibrio que existe entre la cantidad de GEI que puede soportar la atmósfera, la acidificación y desoxigenación de los océanos.
El reporte AR6 de la IPCC evaluó las retroalimentaciones físicas y biogeoquímicas que pueden afectar las futuras tasas de acumulación de GEI en la atmósfera, influyendo en el desarrollo del cambio climático y las consecuencias a las que nos enfrentaremos. También se evaluó el balance del carbono restante para limitar el calentamiento global y los escenarios de eliminación de carbono (CDR) y modificación de radiación solar (SRM) que puedan surgir.
A pesar de la creciente acumulación de emisiones de CO2 (aproximadamente la mitad emitidas por los humanos), la naturaleza ha logrado adaptarse y absorber estos gases en los sumideros naturales de carbono, ubicados en los suelos, la vegetación y los océanos. Sin embargo, al ser un proceso alterado por la actividad industrial, estos sistemas se han deteriorado, reduciendo prácticamente a la mitad la capacidad de absorción de estos sumideros, mientras que las concentraciones contaminantes continúan aumentando.
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Es importante comprender la magnitud que posee este cambio en el planeta, ya que servirá como proyección a futuros escenarios donde la capacidad de absorción de CO2 de la naturaleza pueda llegar a desaparecer.
Sumideros naturales de carbono
Actualmente, la proporción promedio de emisiones de CO2 anuales que permanecen en la atmósfera se han mantenido en un 44% durante las últimas décadas, considerándose como un proceso estable y considerando que dichas emisiones aumentan año con año. ¿Y cómo se producen estos gases? por medio de la combustión de combustibles fósiles y cambios drásticos en el uso de la tierra como sucede con la deforestación.
Existe más agua que tierra en el planeta, sin embargo, en este caso es la tierra la que tiene más capacidad de absorber CO2, siendo la vegetación su principal sumidero de carbono a través de la fotosíntesis de las plantas.
“A medida que se acumula más CO2 en la atmósfera, la captura de carbono de las plantas aumenta a través del llamado efecto de fertilización con CO2 en regiones donde el crecimiento de las plantas no está limitado, por ejemplo, por la disponibilidad de nutrientes. El cambio climático afecta los procesos responsables de la absorción y liberación de CO2 en la tierra de múltiples formas”, indica el estudio.
Los efectos producidos por el cambio climático, como las temperaturas extremas, sequías o el derretimiento del permafrost, reducen el crecimiento de la vegetación y el hundimiento de la tierra a nivel regional.
En cuanto al océano, son varios los factores que controlan la captura de CO2: la velocidad del viento en la superficie, la composición química del agua de mar y la diferencia en la presión parcial de CO2 entre la atmósfera y la superficie oceánica. Estas concentraciones son llevadas a las zonas más aisladas y conservadas de la Tierra, como en el Atlántico norte y el Océano Austral, donde las emisiones capturadas son almacenadas durante siglos en las zonas frías, muchas de ellas conservadas en el permafrost.
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“Si áreas significativas de permafrost se derriten a medida que el clima se calienta, parte de ese carbono puede liberarse a la atmósfera en forma de dióxido de carbono o metano, lo que da como resultado un calentamiento adicional”, según explica el reporte. “Las proyecciones de los modelos de los ecosistemas de permafrost sugieren que su deshielo en el futuro conducirá a un calentamiento adicional, lo suficiente como para ser importante, pero no lo suficiente como para conducir a una situación de calentamiento descontrolado, donde el deshielo del permafrost conduce a una aceleración dramática y autorreforzada del calentamiento global”.
¿Es posible revertir el cambio climático mediante la eliminación de CO2?
En parte sí. Según el reporte, es posible revertir algunos aspectos del cambio climático únicamente si se consigue la reducción neta en el total de emisiones de CO2, es decir, que la absorción de emisiones sea mayor a la producción de las mismas. Este proceso ya lo hemos visto anteriormente, mejor conocido como la neutralidad de carbono o carbono neutro, el objetivo propuesto el Acuerdo de París junto con líderes de todo el mundo.
Si se lograra esta neutralidad de carbono, los efectos positivos comenzarían a manifestarse en los próximos años, reduciendo el cambio climático parcialmente. El aumento temperatura en la superficie global podría descender en pocos años después de alcanzar el objetivo, mientras que otros aspectos como el deshielo del permafrost o la acidificación del océano podría tardar unas décadas más. Y en cuanto a los problemas climáticos más graves, como el aumento del nivel del mar, solo puede revertirse siglos o milenios después.
“Si las absorciones de CO2 son mayores que las emisiones de CO2 causadas por el hombre a nivel mundial, se dice que las emisiones son netamente negativas. Cabe señalar que las tecnologías de eliminación de CO2 aún no están listas o no pueden lograr la escala de eliminación que se requeriría para compensar los niveles actuales de emisiones, y la mayoría tiene efectos secundarios no deseados”.
En la actualidad, las emisiones negativas de CO2 pueden lograrse fortaleciendo los procesos naturales de los sumideros de carbono, en la tierra puede ser plantando árboles y por medio de prácticas agrícolas sostenibles que mejoren la captura de carbono en los suelos; mientras que en el océano, por medio de restauración de ecosistemas costeros, como es el caso de los corales que actualmente corren el riesgo de desaparecer.
Esfuerzos para lograr la neutralidad climática como el Acuerdo de París, que busca limitar la temperatura global a 1.5° o 2°C, son conocidos como escenarios de “sobreimpulso”, que son escenarios más realistas respecto a la respuesta actual de los países ante el cambio climático. Este sobreimpulso tiende a tener respuestas más retardadas a la reversión del cambio climático, los cuales pueden llegar a verse mucho más tiempo después del estipulado en un escenario donde no se exceden los puntos de inflexión en la atmósfera.
“Los enfoques capaces de eliminar CO2 a gran escala aún se encuentran en fase de investigación y desarrollo o no se han probado en las escalas de despliegue necesarias para lograr una reducción neta de los niveles de CO2 atmosférico. Los enfoques de eliminación de CO2, en particular los desplegados en tierra, pueden tener efectos secundarios no deseados en el agua, la producción de alimentos y la biodiversidad”.
Puedes leer el sexto reporte del Cambio Climático (AR6) en inglés aquí.