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Un estudio reciente en Global Environmental Change dirigido por Conservation International Europe investigó dónde las personas dependen más de los recursos naturales disponibles localmente para sus necesidades humanas básicas, como energía, agua, vivienda y medios de vida.
El estudio tenía como objetivo mejorar la comprensión actual limitada de la importancia de la naturaleza en el apoyo directo de las necesidades básicas de las personas y el riesgo resultante de perpetuar resultados de desarrollo pobres o insostenibles.
Este estudio pionero utilizó 5 millones de entrevistas a hogares en 85 países tropicales para identificar que 1,200 millones de personas, o el 30% de la población en los países tropicales, dependen en gran medida de la naturaleza.
Las personas dependientes de la naturaleza se definieron en el estudio como aquellas que dependen directamente de los recursos naturales disponibles localmente para al menos tres de las cuatro necesidades básicas consideradas, es decir, materiales de vivienda, agua, energía y ocupación. Estos hogares se identificaron mediante la evaluación de la cantidad de uso directo de los recursos naturales para las necesidades básicas, que luego se utilizó como indicador indirecto para identificar sus dependencias de los recursos naturales.
Se encontró que el mayor número de personas altamente dependientes de la naturaleza a escala continental vivía en la zona tropical de Asia y el Pacífico (636 millones o el 27% de la población total en esa región), seguida de África (478 millones o el 48%) y las Américas (48 millones o 9%).
A nivel de país, se encontró que la mayor proporción de personas que eran altamente dependientes de la naturaleza por país se encontraba en África, con más del 75% de las personas en varios países africanos que dependen en gran medida de la naturaleza, especialmente en el centro y regiones orientales, como Burundi, República Democrática del Congo, Chad, Etiopía, Ruanda, República Centroafricana, Níger y Madagascar.
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El número total de personas que dependen de la naturaleza identificadas aumentó a 2,700 millones (o el 69% de las poblaciones en los países tropicales) cuando se incluyen personas que dependen de la naturaleza para al menos una necesidad básica.
El estudio también demostró una correlación negativa entre las personas que dependen de la naturaleza y el índice de desarrollo humano (una medida del nivel de vida de un ciudadano que combina los indicadores de esperanza de vida, educación e ingresos per cápita).
Se determinó que dicha correlación reflejaba las interdependencias entre el desarrollo humano y la naturaleza, apoyando empíricamente la asociación positiva entre alta pobreza y alta dependencia humana de la naturaleza, que no se había demostrado previamente a nivel mundial.
Los autores destacan que comprender las necesidades de estos pueblos es crucial para planificar intervenciones de conservación y desarrollo, dado que una alta dependencia directa de la naturaleza hace que las personas sean particularmente sensibles a los cambios en el clima, la cobertura terrestre y la tenencia de la tierra.
Luego, el estudio recomienda que las estrategias basadas en la naturaleza que protegen, restauran o manejan de manera sostenible los ecosistemas deben diseñarse cuidadosamente para promover el desarrollo humano inclusivo junto con los beneficios ambientales.
Este texto apareció originalmente en Nature Based Solutions Initiative, puedes ver el original en inglés aquí.
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