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En un mundo ideal, habría fuentes de agua potable en cada esquina de la calle, donde la gente podría rellenar sus botellas de agua según sea necesario. Esto eliminaría la necesidad de botellas de plástico desechables, pero lamentablemente esta infraestructura no se está desarrollando tan rápidamente como debería. Las ciudades son renuentes a instalar las fuentes de agua porque son caras y requieren constante limpieza y mantenimiento.
Un grupo de ciudadanos preocupados en Bristol, Inglaterra, dirigido por la activista anti-plástico Natalie Fee, ha encontrado una alternativa inteligente. Su campaña de relleno conecta a personas sedientas con cafés, tiendas y hoteles locales que están dispuestos a llenar sus botellas de forma gratuita, utilizando agua del grifo. Las empresas se inscriben para participar, ponen una etiqueta azul con el logo de la iniciativa en su puerta y aparecen en una aplicación que revela su ubicación a los viajeros sedientos y locales.
La idea es simple, pero ha sido muy exitosa. Con dos meses de lanzamiento en 2015, más de 200 empresas en Bristol habían firmado la campaña Refill y, dos años después, continúa extendiéndose a ciudades de Inglaterra y Alemania.
Una de las razones de su logro es que esto legitima el agua del grifo como una fuente decente de agua potable. Algunas personas se sienten muy incómodas pidiendo agua del grifo, sintiéndose obligadas a comprar algo para justificar la solicitud. Según un artículo titulado “Cómo vivir sin botellas de plástico”, se muestra lo siguiente:
“En un estudio reciente, el 71% de los consumidores admitió sentirse incómodo al pedir agua del grifo de un establecimiento si no había comprado nada. Un 30% de la gente dijo que todavía se sentiría incómodo pidiendo agua gratis, incluso si habían comprado otros alimentos o bebidas”.
La gente también se preocupa por la calidad del agua del grifo, posiblemente porque han creído el mensaje de la industria del agua embotellada, de que su agua es de alguna manera mejor que la del grifo. Cuando la verdad es que el agua del grifo está mejor regulada que la embotellada. La etiqueta azul en la puerta significa que es seguro y está bien que pidan agua.
Otro motivo es que la campaña ha creado instantáneamente fuentes fáciles de acceso a agua potable en todo el sector. Los participantes que cuentan con la aplicación en su teléfono pueden ver la ubicación más cercana. La aplicación también ofrece incentivos agradables.
“La aplicación ofrece puntos de recompensa cuando las personas llenan su botella, los cuales se pueden redimir para obtener una botella de agua de acero inoxidable. La ambición a largo plazo es que los usuarios sean capaces de cambiar los puntos en vales para la producción de ropa y equipo. También puede ser informado acerca de los comerciantes que evitan los residuos de plástico”.
La tercera razón es que esto es una situación mutuamente beneficiosa. Que la gente entre a una tienda por agua, probablemente se traduce en mayores ventas para los propietarios de tiendas. Al igual que se construye una solidaridad entre las personas con ideas afines que creen que evitar el plástico y la protección del medio ambiente debe ser una prioridad.
El efecto acumulativo de este esfuerzo impulsado por la comunidad es impresionante. El medio The Guardian escribió:
“La campaña del Reino Unido calcula que si cada estación de relleno en Bristol realiza sólo una recarga todos los días, 73,000 botellas de plástico menos se tirarían cada año en Bristol. Si cada ciudadano se reabasteciera una vez por semana en lugar de comprar una botella de plástico de un solo uso, la ciudad reduciría su consumo de botellas de plástico en 22.3 millones al año”.
La campaña ofrece un modelo eficaz para combatir la contaminación ocasionada por las botellas de plástico. Ojalá siga creciendo y llegue a todos los lugares donde el agua del grifo es segura para beber.
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