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Las abejas, mediante la polinización, pueden ayudar a reducir el impacto del cambio climático en la producción de café en Latinoamérica, explicó a Efe una investigadora del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE).
La experta de la Unidad de Modelado Ecosistémico e Hidrológico del CATIE, Emily Fung, afirmó que las abejas ayudan a aumentar entre un 20 % y un 25 % la producción de café y mejoran la calidad del grano, por lo que es necesario fomentar la protección de la especie.
“El cambio climático va afectar la distribución tanto del café como de las abejas y, por ende, el servicio de polinización. Las áreas de producción de café se van a reducir, mientras que las abejas van a poder mantener la productividad del grano”, indicó la especialista del instituto internacional con sede en Costa Rica.
El CATIE y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) publicaron este mes el informe “Acoplamiento de los servicios de polinización y adecuación del café bajo el cambio climático”, en el que se estudia por primera vez en Latinoamérica la relación entre el café, las abejas y el cambio climático.
La actividad más importante que realizan las abejas es la polinización. Algunas plantas dependen completamente de la ayuda de los animales para polinizarse, principalmente de insectos que asisten en el proceso, mientras que otras especies pueden autopolinizarse.
Según Fung, existen estrategias de adaptación que el productor puede poner en práctica para mejorar su producción de café y la polinización de las abejas, entre ellas, tener el hábitat idóneo para esta especie con una diversidad alta de plantas nativas y los recursos necesarios para su refugio, alimentación y anidación.
“En la medida de lo posible, el café debe estar cerca de franjas de bosque que permitan mejorar su productividad. Además, mantener paisajes agrícolas heterogéneos, aumentar la diversidad de plantas en los márgenes de las fincas y cercas permitirá que más abejas se acerquen”, dijo Fung.
El tipo de café arábica se beneficia entre un 20 % y un 25 % de aumento de la productividad gracias a las abejas, mientras que el café robusta necesita de la polinización.
Según el estudio, el aumento en la temperatura y el cambio de los patrones de precipitación a causa del cambio climático pueden reducir la idoneidad de las tierras donde se cultiva café en América Latina hasta en un 88 % para el 2050, mientras que también habría una disminución en la riqueza de abejas de un 65 %.
“Se va a reducir la idoneidad de las tierras en donde se cultiva café en América Latina y (…) las especies de abejas, (pero a pesar de ello) va a haber sitios idóneos, que serán más bien en zonas más montañosas donde podrían ir las abejas y en donde también se podría cultivar café“, expresó la costarricense.
La investigación prevé ligeros aumentos en la idoneidad del café en partes de México, Guatemala, Colombia y Costa Rica, principalmente en áreas montañosas, donde se espera que las temperaturas beneficien la producción del café y existan poblaciones de abejas más robustas.
El estudio, llevado a cabo en 2015 y 2016, contó con el apoyo financiero de Conservación Internacional (CI) y la colaboración de investigadores de diferentes instituciones del mundo. Para los expertos, estos resultados ponen en relieve la necesidad de estrategias de manejo receptivas adaptadas a la polinización de las abejas, la idoneidad del café y los posibles efectos asociados.
Este texto apareció originalmente en el diario elPeriódico, puedes encontrar el original aquí.
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