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En Holanda se usan aproximadamente 180,000 toneladas de papel higiénico al año; esto equivale a muchos árboles. Una iniciativa de la provincia holandesa de Frisia lo reutiliza para hacer un carril para bicicletas. El tramo, de aproximadamente 1 kilómetro de longitud, conecta la capital frisona de Leeuwarden con la ciudad de Stiens. Es el primer carril para bicicletas del mundo que se pavimenta con papel higiénico, y pocos notan la diferencia.
“En Holanda, las carreteras suelen estar pavimentadas con asfalto negro. Se usa la capa de rozamiento de asfalto de grado abierto (OGFC) porque es porosa y permeable al agua. Cuando las carreteras se mojan, para evitar que se pongan resbaladizos, se usa este tipo de asfalto porque drena el agua de la superficie más rápido”, afirma Ernst Worrell, profesor de energía, recursos y cambio tecnológico en la Universidad de Utrecht (Holanda).
El país tiene una alta tasa de precipitaciones, por lo que esta medida de seguridad es muy importante.
Aunque el método es eficaz, no es la única forma de construir carreteras asfaltadas seguras, como ha demostrado recientemente la provincia de Frisia. El otoño pasado, se construyó un carril para bicicletas utilizando la celulosa extraída de los flujos residuales. CirTec y KNN Cellulose han desarrollado la tecnología necesaria para la extracción y limpieza de las fibras de celulosa. El proceso consistió en tamizar las fibras de papel de las aguas residuales con un tamiz industrial de 0.35 milímetros. Las fibras se pasaban entonces por una serie de máquinas que las limpiaban, esterilizaban, blanqueaban y secaban. Esto produjo un material esponjoso y grisáceo.
Según Chris Reijken, asesor de tratamiento de aguas residuales de Waternet, “si lo miras, no te esperas que se haya obtenido de las aguas residuales”.
Técnicamente, los usos de la celulosa recuperada son múltiples. El producto podría ser utilizado en aislamientos de edificios, biocombustibles, textiles, pulpa de papel, filtros y más. Pero debido a su procedencia, no se puede usar legalmente en productos que entran en contacto directo con las personas.
El papel higiénico reciclado se utilizó para construir un carril para bicicletas. Y hasta ahora, la iniciativa está siendo un éxito. De hecho, van a usar la misma mezcla para reforzar un dique en la isla de Ameland, en el oeste de Frisia, y para reconstruir un parqueo de un zoológico infantil en Groningen. El medio CityLab cuenta que la ciudad de Ámsterdam está interesada en usar celulosa de aguas residuales para sus carreteras.
“Es una idea extraña para la gente”, dice Michiel Schrier, gobernador de Frisia. “Pero cuando lo ven o usan el carril, pueden ver que es un asfalto normal”.
Todavía es demasiado pronto para decir si los productos de papel higiénico reciclado se convertirán en productos de uso general, pero, al menos en Holanda, han comenzado con buen pie.
Para reparar todas las carreteras de Holanda se necesitarían 15,000 toneladas de fibra. Sólo con papel higiénico, esto no sería posible. Pero usando celulosa terciaria de otras fuentes residuales, como pañales y cartones de bebidas, se podrían fabricar dos millones de toneladas. Las carreteras más verdes están a la vuelta de la esquina.
Este texto apareció originalmente en EcoInventos, puedes encontrar el original aquí.
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