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El Observatorio Global de la Tierra del Centro de Ciencias Forestales del Trópico, conocido como CTFS-ForestGEO, reveló que algunos factores provocados por el cambio climático están ocasionando pérdidas de los recursos forestales del trópico panameño.
Asimismo, señaló que muchos de los cambios que se producen en los bosques de todo el mundo son atribuibles al impacto ambiental ocasionado por los seres humanos.
Según un informe de la Red de Observación Forestal, la sequía y la contaminación por nitrógeno han causado la muerte de un sinnúmero de árboles del istmo panameño, y la situación amenaza con agravarse en lo futuro, publicó el Instituto de Investigaciones Tropicales Smithsonian (STRI) en su sitio web.
El documento destaca que desde que los censos iniciaron en 1981, en la isla Barro Colorado, en Panamá, los paisajes alrededor de los sitios protegidos experimentan deforestación, el dióxido de carbono en la atmósfera aumentó un 16 por ciento y los sitios forestales de la red se calentaron en un promedio de más de 1 grado F (0.6ºC) y han experimentado hasta un 30% de los cambios en las precipitaciones.
El CTFS-ForestGEO es la única red de monitoreo, identificación, mapeo y medición forestal estandarizada que abarca los bosques de todo el mundo.
La investigación revela que el fenómeno también está provocando cambios drásticos y rápidos en los bosques y la composición de los animales; y que para el futuro muchos países del mundo se enfrentarán a condiciones más cálidas y secas, e incluso experimentarán climas nuevos.
De acuerdo con Stuart Davies, director de la red del CTFS-ForestGEO, ésta permite “comprender cómo y por qué los bosques responden a los cambios y lo que esto significa para el clima, la conservación de la biodiversidad y el bienestar de los seres humanos”.
En las parcelas que van desde Brasil hasta el norte de Canadá, desde Gabón a Inglaterra y desde Papúa Nueva Guinea hasta China, también se han detectado cambios en sus bosques. En Canadá, por ejemplo, el deshielo de su capa permanente y la contaminación por nitrógeno impulsan la pérdida de bosques; y en el sur de la India y Borneo los intensos veranos también han causado la muerte de árboles. Por su parte, en Virginia, Estados Unidos, una gran cantidad de ciervos se comen los árboles antes de que alcancen la madurez.
“Con 107 colaboradores hemos publicado una visión importante de los 59 bosques en 24 países, en los que hacemos un seguimiento de casi seis millones de árboles que nos enseñan acerca de las respuestas de los bosques al cambio global”, comentó Kristina Anderson-Teixeira, autora principal del informe y ecologista de ecosistemas del Instituto de Biología de la Conservación del Smithsonian.
Este texto apareció originalmente en La Estrella de Panamá, puedes encontrar el original aquí.
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