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El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados publicó el estudio titulado El agua, uso racional y eficiente, documento donde se observa una importante disminución en la disponibilidad de agua en México.
“La disponibilidad natural media per cápita, ha presentado una tendencia decreciente en los últimos sesenta años en nuestro país, pasando de 18,035m3/hab/año en 1950 a tan solo 4,416 en el 2006, es decir, en un lapso de 56 años se ha perdido el 75.52% de la disponibilidad media per cápita.”
Esta tendencia está relacionada con una serie de factores, sin embargo, destaca el acelerado crecimiento de la población. Tan sólo en el lapso de 1950 a 2006, la población del país creció en un 306.6%, lo cual afecta a la pérdida porcentual de la disponibilidad de agua.
Por otro lado hay que considerar el uso de agua en actividades agropecuarias, que en 2006 ocupó el 76.82% del consumo total, seguido del abastecimiento público con un 13.89% y la industria con solo 3.84%.
Por supuesto, la disponibilidad de agua cambia de acuerdo a la Región Hídrica de la que estemos hablando y el uso que los demás sectores le den al agua. Por ejemplo, según el documento, el Distrito Federal destina un 97% de su consumo de agua al abastecimiento público; en cambio, en el estado de Guerrero el 74.4% del volumen concesionado se dedica a la termoeléctrica.
Con respecto al agua de lluvia, se calcula que México recibe 1.51 billones de metros cúbicos al año de los cuales:
En cuanto al uso agropecuario, la superficie de riego actual es de 6.4 millones de hectáreas, lo que coloca al país en el noveno lugar mundial en infraestructura. Debido a la baja disponibilidad de agua y a las pérdidas del preciado líquido en el sector, resulta prioritario implementar programas de uso eficiente de agua en el sector.
Por otra parte, el abastecimiento público también requiere mejoras en infraestructura lo antes posible.
“En el año 2003 el porcentaje de agua facturada respecto al total de agua empleada por los organismos operadores fue del 49%, lo que indica que el restante 51% del volumen se perdió en fugas, fue objeto de tomas clandestinas o bien correspondió a deficiencias en el padrón de usuarios.”
Al notar este escenario, el Gobierno federal debe actuar conforme a las necesidades del país para garantizar la seguridad hídrica de los mexicanos. Por esto mismo se lanza un llamado al uso racional y eficiente del agua, en especial en centros urbanos donde se destacan las fugas en el sistema.
Más que un llamado, deberían impulsar la modernización de la infraestructura, incentivar el uso de sistemas de captación de agua y buscar soluciones para aprovechar el agua en los distintos escenarios, considerando que la situación es diferente en cada región hidrológica.
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