Suscríbete
El gobierno francés aprobó una ley que requiere que los nuevos edificios en zonas comerciales estén parcialmente cubiertos con plantas o paneles solares.
Cuando se trata de despliegue solar, Francia se queda por detrás de otros países europeos. En 2003 el país únicamente instaló 613 megavatios de energía solar fotovoltaica a diferencia de otros países que instalaron al menos 1 gigavatio en años anteriores, según un informe de la Asociación Europea de la Industria Fotovoltaica (EPIA) publicado en 2014.
En relación a esto, es importante mencionar lo que explica la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), las regiones urbanas son más cálidas que las zonas rurales aledañas porque edificios y caminos han reemplazado las tierras abiertas y la vegetación. Esto significa que las superficies que eran húmedas y permeables se vuelven secas e impermeables. Por ello las regiones urbanas se vuelvan más cálidas, formando el efecto “isla de calor”.
Este efecto genera un incremento en el consumo de energía para compensar las altas temperaturas en el verano y también aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero de centrales eléctricas. La calidad del agua se deteriora debido a que el pavimento caliente y las superficies de la azotea transfieren el exceso de calor a las aguas pluviales que se drenan en alcantarillas e incrementan la temperatura del agua a medida que se liberan en arroyos, ríos, estanques y lagos.
En 2014 un estudio francés reveló que sí se reduce el efecto al contar con techos verdes y paneles fotovoltaicos en los edificios.
Este texto fue escrito por Redacción y apareció originalmente en Triplepundit, puedes encontrar el original en inglés aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana