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¿Qué te parece algo nuevo, algo azul y algo hecho de “hongos” para tu boda? Esto podría ser una nueva forma de elaborar los vestidos de novia en tu propia casa gracias al “cultivo de ropa”, el cual se realiza a partir de una combinación de materia vegetal y setas microscópicas.
Erin Smith es una artista residente en Microsoft Research que “cultivó” su propio vestido de novia utilizando una mezcla de mantillo (abono) y micelio – una clase de hongo naturalmente blanco, que creció en un tipo de desecho agrícola que requería muy poca energía.
“Creo que la capacidad de cultivar nuestra propia ropa podría tener un impacto positivo”, dijo Smith. “El crecimiento de la ropa desde cero podría eliminar las emisiones de carbono causadas por el transporte.”
Ella dijo que la idea detrás de todo esto, era tomar una prenda que se utiliza solo una vez y reconstruirla de tal forma para que no solo el material tuviera una duración de vida útil, sino que la prenda se pudiera reutilizar.
Este tipo de “cultivo” se practica desde hace algunos años. Suzanne Lee, fundadora de BioCouture, ha estado experimentando con la idea de crear ropa a través de la fermentación y ha cultivado un tipo de cuero vegetal a base de té verde, azúcar, bacterias y levaduras. En el 2004, científicos de la Universidad de Australia Occidental introdujeron una chaqueta hecha de células humanas y de ratón.
Entonces, ¿por qué no se ha aprovechado este proceso? La tecnología obviamente existe y la ropa casera sería una opción inteligente y sostenible. Sin embargo, el proceso es lento y agotador, ya que el vestido de Smith tardó una semana en crearse. ¿Otra razón? La gente puede no estar muy emocionada con el uso de ropa hecha de residuos.
Siempre es bueno recordar lo que mencionó Smith: “Es esencial que los consumidores se vuelvan más conscientes de la vida útil de sus cosas una vez que son desechadas“. “Cualquier objeto fabricado a partir de materiales que sobrevivan a su uso previsto, forma parte de nuestro problema global de residuos.”
Este texto apareció originalmente en EcoRazzi, puedes leer el original aquí.
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