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El dióxido de carbono (CO2) es uno de los gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global. Este gas es emitido principalmente en actividades industriales, pero también en actividades comunes como el consumo de gasolina. Por esta razón, se han tomado iniciativas gubernamentales para poner un límite a la emisión de este tipo de gases, con el fin de mitigar sus efectos.
El inventor Marcel Botha propone una nueva solución: reciclar el dióxido de carbono. La propuesta de Botha es “el zapato sin huella”, que utiliza CO2 al formar la base para la esponja de unas zapatillas. A Botha se sumó NRG Energy, quienes ofrecen el CO2 y el diseñador D’Wayne Edwards para estilizar el zapato.
Además del proyecto de Botha, NRG Energy están promocionando un concurso de tres años de duración con el fin de encontrar formas de reciclar CO2.
Estas zapatillas buscan iniciar una revolución. Al proponer una nueva forma de abordar el problema de los excesos de CO2, abren paso a una infinidad de posibilidades. Desde ya se planea utilizar esta esponja para rellenar almohadas, sillones, y asientos de carro. Los proyectos aún se están trabajando, pero sólo la idea de poder crear productos sin dejar huella de carbono da mucha esperanza.
Este texto apareció originalmente en The New York Times, puedes leer el original en inglés aquí.
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