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Diseñadores y creadores están desarrollando métodos para fabricar telas que son cada vez más amigables con el medio ambiente y no involucran grandes cantidades de agua y pesticidas (algodón) o dispersan la contaminación de microfibras plásticas con cada lavado (poliéster).
Este material no requiere de más agua o químicos para su producción porque proviene de productos de desecho, en este caso, de las hojas sobrantes de los árboles de piña. Se calcula que 40,000 toneladas de hojas se generan anualmente, de las cuales la mayoría son quemadas o se dejan para pudrirse. Las fibras se extraen de las hojas y se convierten en un textil, no tejido, el cual se convierte en una excelente alternativa de cuero. Uno podría argumentar que es mejor que los cueros con base de plástico vegano, ya que es biodegradable y no a partir de combustibles fósiles. A los diseñadores les gusta porque viene en un rollo, reduciendo el desperdicio creado por pieles de animales. Es fuerte, ligero, fácil de coser o hasta de imprimir algo sobre el material.
Según Dezeen:
“Alrededor de 480 hojas van a la creación de un solo metro cuadrado de Piñatex, que pesa y cuesta menos que una cantidad comparable de cuero”.
Este es un tejido que crece a partir del micelio dentro de los hongos. El micelio es el aparato vegetativo de un hongo, que consiste en una red de finos filamentos blancos.
A la diseñadora holandesa Aniela Hoitink se le ocurrió “cultivar” una prenda a partir del producto vivo, después de observar especies de cuerpo blando creciendo al replicarse una y otra vez siguiendo un patrón modular.
El vestido resultante se construye en tres dimensiones, lo que le permite tomar la forma y el ajuste que el usuario quiere. Se puede reparar, alargar o reemplazar fácilmente. El micelio puede crear patrones, adornos adicionales y solamente se cultiva la cantidad necesaria para evitar desperdicios. Al final de su vida, la prenda puede ser compostada.
En su página web, NEFFA comenta que:
“MycoTEX muestra una nueva manera de producir textiles y prendas de vestir, ya que el material crece, nos saltamos la parte de hilar y tejer. La ropa es directamente pegada y moldeada en el molde. Además, este tejido tiene el potencial de características adicionales como el cuidado de la piel o propiedades antimicrobianas (naturales). Este textil amigable con el medio ambiente necesita muy poca agua para crecer y los químicos son innecesarios”.
La compañía Wool & the Gang ha lanzado un nuevo hilo llamado Tina Tape Yarn, hecho de eucalipto. Las fibras son cosechadas, despulpadas y convertidas en hilados que las personas que tejen en casa pueden comprar. El hilo resultante es conocido como Tencel.
El Tencel tiende a tener una buena reputación ambiental, ya que se hace en un sistema de circuito cerrado que recicla agua y solvente. Lastimosamente no hay estudios acerca de esto, pero según Decoesfera, esta fibra está certificada por el Forest Stewardship Council (FSC).
Este texto apareció originalmente en Treehugger, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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