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Elon Musk está construyendo la batería más grande del mundo, la cual almacenaría la energía generada en un gran parque eólico y luego sería distribuida en el sur de Australia. Tesla dijo que “ayudará a resolver la escasez de energía y a gestionar la carga máxima en verano para mejorar la fiabilidad de la infraestructura eléctrica de Australia del Sur”.
Elon Musk dijo en una conferencia de prensa cómo su apuesta de $50 millones en la batería de 129MWh funcionará:
“Los paquetes de la batería se pueden cargar cuando se dé un exceso de energía por el bajo coste de producción… y después se descarga cuando el coste de la producción de energía sea alto. Esto disminuye eficazmente el coste medio para el cliente final. Es una mejora fundamental en la eficiencia de la red”.
Los políticos no quieren reconocer esto, pero en los Estados Unidos, el secretario de Energía Rick Perry está “estudiando”, como explica David Roberts de Vox, “si las centrales eléctricas de base (principalmente de carbón y nuclear) están siendo injustamente expulsadas de la red, por lo tanto amenazan la confiabilidad de la red y la seguridad nacional”. Es un intento de justificar la necesidad de grandes centrales eléctricas alimentadas con carbón.
En Australia también se da el mismo argumento. Según Tim Hollo, que escribió para The Guardian, los políticos, los ejecutivos de la energía y los medios…
“…han estado discutiendo sobre el “trilema de la energía”. Su argumento es que la política energética debe tratar el costo, la confiabilidad y las emisiones, y que es imposible lograr los tres al mismo tiempo. Convenientemente, eligen poner las emisiones en el fondo de la lista, porque dicen que es barato y confiable. … Eligieron arrojar la verdad del cambio climático al fuego por razones políticas”.
La gran batería australiana de Tesla demuestra cómo la energía renovable se puede almacenar en cantidades significativas; ésta batería suministrará 30,000 hogares. Según Hollo, esto demuestra que las energías renovables pueden ser consideradas tan confiables como cualquier otra fuente de electricidad y que los políticos que venden plantas de carbón están diciendo mentiras.
“Toda la plática de construir nuevas centrales eléctricas de carbón… ya no suena tan ‘cierto’. Suena ridículo. Suena tonto”.
Cuando las fábricas comiencen a producir baterías como ésta y utilicen energía solar y de viento, que ahora es más barato que carbón, esa pretensión de que las energías renovables no son confiables, desaparecerá al darse cuenta de lo contrario.
Este texto apareció originalmente en Treehugger, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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