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Durante lo que va de año se han multiplicado por tres los incendios en la Unión Europea en comparación con los últimos 8 años. Según el Sistema Europeo de Información Sobre Incendios Forestales, en 2017 se han producido un total de 677 incendios. Sin embargo, entre 2008 y 2016 hubo solo 215. Estas cifras alarmantes apuntan al cambio climático como el principal responsable. Además, las temporadas de sequía duran más y aumenta la frecuencia de incendios.
Thomas Curt, investigador del Instituto francés de Investigación científica para el Medio Ambiente y la Agricultura, afirmó a Euronews que el calentamiento global fue un factor de origen en el incendio mortal de Portugal, provocando que el verano sea más largo y que las temporadas más calurosas pasen de 2 a 5 meses, de junio a octubre. Estas declaraciones fueron apoyadas por Alexandre Held, miembro del Instituto Forestal Europeo. El experto afirma que los incendios se producen antes, que las estaciones duran más y que por ende los incendios en los países europeos se propagarán aún más en el futuro.
Para Alexandre Held, la zona más vulnerable es el Mediterráneo. Países como Portugal, España, Italia o Croacia sufren altas temperaturas acompañadas de largos periodos de sequía. El caso de Portugal es especialmente dramático, donde 64 personas murieron este verano, algunas de ellas atrapadas en sus vehículos intentando escapar de las llamas. La rápida propagación del fuego se explica por las condiciones meteorológicas adversas: temperaturas que superaron los 40° y fuertes vientos hicieron que el incendio fuera imposible de controlar.
El año pasado, un estudio de la Universidad de Leicester (Inglaterra), reveló que Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía (España), son las regiones europeas donde hay más riesgo de incendios forestales, siendo así una amenaza para sus habitantes. Sin embargo, según los expertos, en los próximos años habrá sorpresas y se producirán incendios en otros países europeos como Alemania, Austria, Dinamarca, Holanda o Suiza.
La lucha contra los incendios forestales depende directamente de la inversión. Las infraestructuras como los vehículos de bomberos o helicópteros suponen un coste para las administraciones. No obstante, Alexandre Held considera necesario una cultura de cooperación entre los organismos de protección civil y las entidades políticas. Y es que el cambio climático no puede ser una excusa ya que es un fenómeno que no está al alcance humano.
Este texto apareció originalmente en Euronews, puedes encontrar el original aquí.
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