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El río Po, la mayor reserva de agua dulce de Italia, se está secando. Una severa sequía que ha durado meses y no muestra signos de detenerse ha llevado a una caída en las reservas de agua, aumentando los temores sobre las próximas cosechas y poniendo una enorme presión sobre el crucial sector agrícola del valle del río.
La preocupación comenzó en junio, cuando una ola de calor excepcional obligó a varios alcaldes y gobernadores a declarar el estado de emergencia y a tomar medidas restrictivas, incluyendo el racionamiento del agua. Los agricultores, que los usuarios más grandes de las aguas del Po – con unos 16.5 mil millones de metros cúbicos de los 20.5 mil millones extraídos cada año – han sido los más gravemente afectados.
“Nunca he visto algo así en toda mi vida”, dijo Franco Varani, un agricultor de 81 años de la provincia de Piacenza, en la región de Emilia-Romaña, donde el 35% de la producción de alimentos “Made in Italy” (Hecho en Italia) se concentra.
Gran parte de esta tierra es siembra de tomates, que son la principal fuente de ingresos de su familia. Pero los tomates son uno de los cultivos más intensivos en agua, requiriendo más de 12 litros para cultivar una sola fruta. Para irrigar su cosecha, el agricultor se apoya en el agua de la presa cercana de Mignano, una pequeña estructura que abastece a su distrito agrícola con agua del río Arda, un afluente del Po.
El mes pasado, sin embargo, la presa fue cerrada por primera vez en sus 80 años de historia. Con casi nada de agua disponible, Varani logró regar adecuadamente sólo 13 hectáreas de 61. Ahora los cultivos en las tierras restantes se están marchitando y gran parte de la cosecha se perderá.
“Para un pequeño negocio como el nuestro, esto es una tragedia”, dijo Varani.
Los agricultores gastan un promedio de 6,000 euros (7,000 dólares) por hectárea para cultivar tomates, dijo. Este año, gran parte de esa inversión se perderá.
“Hemos experimentado malos tiempos en el pasado, pero siempre hemos logrado superar todo muy bien”, dijo el granjero de tomate. “Esta vez es diferente. No sé si podremos continuar.”
Este texto apareció originalmente en Reuters, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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