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Más de 1,200 personas han muerto entre la India, Bangladés y Nepal como resultado de las inundaciones por las lluvias monzónicas; con 40 millones de afectados por la devastación.
Las inundaciones también han destruido 18,000 escuelas, lo que significa que alrededor de 1.8 millones de niños no pueden ir a clases, advirtió la organización Save the Children. También dijo que cientos de miles de niños podrían quedar permanentemente fuera del sistema escolar si la educación no se prioriza en los esfuerzos de ayuda.
“No hemos visto inundaciones en esta escala en años y está poniendo la educación a largo plazo de un enorme número de niños en gran riesgo. Desde nuestra experiencia, la importancia de la educación es a menudo subestimada en las crisis humanitarias y simplemente no podemos permitir que esto suceda de nuevo. No podemos retroceder “, dijo Rafay Hussain, gerente general de Save the Children en el estado de Bihar (India). “Sabemos que cuanto más tiempo los niños están fuera de la escuela después de un desastre como este, es menos probable que regresen. Por eso es tan importante que la educación se financie adecuadamente en esta respuesta, para que los niños regresen al salón de clases tan pronto como sea seguro hacerlo y para salvaguardar su futuro”.
Las lluvias han provocado inundaciones en un amplio arco que se extiende a lo largo de las estribaciones del Himalaya en Bangladesh, Nepal y la India, causando deslizamientos de tierra, dañando carreteras y torres eléctricas y lavando decenas de miles de hogares y vastas franjas de tierras agrícolas.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) dice que las cuatro inundaciones significativas de este año han afectado a más de 7.4 millones de personas en Bangladesh, dañando más de 697,000 casas.
En la India, 17.1 millones han sido afectados, dijeron funcionarios de gestión de desastres. En el estado del norte de Uttar Pradesh, cerca de 2.5 millones se han visto afectados y el número de muertos se situó en 109, según el Straits Times. La FICR dijo que los deslizamientos de tierra en Nepal habían matado a más de 100 personas.
Las calles de Mumbai se han convertido en ríos y la gente camina con el agua a la altura de su cintura. La ciudad recibió cerca de 12.7cm de lluvia, paralizando el transporte público y dejando a miles de personas varadas en sus oficinas. La mala visibilidad y las inundaciones también obligaron a las autoridades aeroportuarias a desviar algunos vuelos, mientras que la mayoría se demoró hasta una hora.
La Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres ha puesto en marcha una misión de rescate con la policía para evacuar a personas de áreas bajas, pero las operaciones fracasaron por la lluvia continua.
El hospital King Edward Memorial en el centro de Mumbai, se inundó, obligando a los médicos a abandonar la sala de pediatría.
“Estamos preocupados por las infecciones. El agua acarrea basura, la cual está entrando a partes de la sala de emergencia”, dijo Ashutosh Desai, un médico en el hospital de 1,800 camas.
Aunque Mumbai está intentando convertirse en un centro financiero global, partes de la ciudad luchan para hacerle frente a las lluvias monzónicas anuales. Las inundaciones en 2005 mataron a más de 500 personas en la ciudad. La mayoría de las muertes ocurrieron en barrios marginales, hogar de más de la mitad de la población de Mumbai.
La construcción ininterrumpida en zonas costeras, así como los desagües de aguas pluviales y los canales de agua atascados por la basura plástica, han hecho que la ciudad sea cada vez más vulnerable a las tormentas.
Snehal Tagade, un alto funcionario de la unidad de gestión de desastres de Mumbai, dijo que se estaban desplegando 150 equipos para ayudar a la población en zonas residenciales de baja altura.
Las partes bajas de la ciudad con una población de más de 20 millones de personas sufren inundaciones casi cada año, pero no se habían observado inundaciones de esta magnitud en los últimos años. “Estamos mapeando todas las zonas de inundación para lanzar un proyecto para construir refugios de emergencia que faciliten las evacuaciones”, dijo Tagade.
Muchas empresas permitieron que sus trabajadores salieran temprano, en expectativa de que se empeorara el tráfico. Las lluvias y una marea alta en la ciudad costera occidental amenazan con sobrecargar un sistema de drenaje envejecido.
Varias compañías han arreglado instalaciones, cerca de las oficinas, para darles comida y áreas de descanso a sus empleados. Varios templos han estado ofreciendo comida y agua a las personas varadas en las calles. Las personas en las redes sociales han estado ofreciendo ayuda a extraños que han quedado atrapados en varios lugares.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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