Suscríbete
Los científicos están tomando datos sobre el aumento del nivel del mar alrededor el mundo en un esfuerzo por identificar las zonas costeras expuestas a una marea tormentosa, ya que los huracanes se vuelven cada vez más destructivos.
El calentamiento de las temperaturas oceánicas, debido al cambio climático, puede alimentar tormentas más fuertes. Los vientos huracanados empujan el agua hacia la tierra, poniendo vidas y propiedades en riesgo, mientras que el aumento del nivel del mar, en las zonas costeras, ha magnificado el impacto de estas mareas tormentosas.
Un nuevo estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters verifica la precisión de una herramienta de monitoreo basada en satélites llamada “sea level fingerprinting“. La tecnología detecta patrones variables en los niveles del mar regionales, los cuales pueden usarse para predecir cómo el cambio climático afectará el futuro oleaje en las zonas costeras propensas a inundaciones.
“Las ‘huellas dactilares’ (patrones detectables de la variabilidad del nivel del mar en todo el mundo) del nivel del mar nos dicen cómo el nivel se eleva regionalmente en todo el mundo debido al deshielo de las capas de hielo y los cambios en el almacenamiento de agua”, dijo Isabella Velicogna, autora del estudio y profesora de ciencia del sistema terrestre de la Universidad de California, Irvine, y científica en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, California (Estados Unidos).
“Las huellas dactilares del nivel del mar proporcionarán información sobre dónde sube el nivel del mar más rápido y por lo tanto sobre cuál costa es más vulnerable a una marea tormentosa”.
La mayor parte de los datos utilizados para el proyecto fueron recolectados por un par de satélites de la misión “Recuperación de Gravedad y Experimento Climático (GRACE)” que pueden detectar el movimiento del agua en la Tierra (como el aumento del nivel del mar o el agotamiento de acuíferos de agua dulce) midiendo los cambios gravitatorios resultantes.
Velicogna y su coautor Chia-Wei Hsu, compararon 12 años de datos de huellas dactilares del nivel del mar con datos tomados por sensores de presión en el fondo marino que miden la masa de agua y hielo que se encuentran encima. Aunque las mediciones físicas se consideran más precisas, Velicogna y Hsu encontraron que las mediciones derivadas de los satélites eran muy similares.
Los científicos concluyeron que los datos de los satélites proporcionan una imagen bastante precisa de las huellas dactilares del nivel del mar que podrían crear una hoja de ruta para una mejor colocación de sensores de presión en el fondo marino.
Estos sensores pueden utilizarse para perfeccionar los cálculos de las medidas en el futuro y ayudar a las personas en las zonas costeras vulnerables a comprender el alcance de una marea tormentosa cuando ocurre un huracán. Velicogna dijo que basándose en esos datos, ya se ha puesto de manifiesto qué regiones geográficas son más vulnerables a las inundaciones.
“El mayor aumento en el nivel del mar va a ser a bajas latitudes“, dijo Velicogna.
Los niveles han aumentado en un promedio de 8 centímetros a nivel mundial desde 1992, con algunas áreas experimentando un aumento superior a 23 centímetros, según la NASA. Si el cambio climático continúa a su ritmo actual, el nivel medio del mar se puede elevar hasta los 2 metros en 2100.
Los dos satélites GRACE han estado recolectando datos sobre el campo de gravedad de la Tierra durante los últimos 15 años, permitiéndole a los científicos por primera vez calcular el agotamiento de los suministros de agua dulce en acuíferos alrededor del mundo y la velocidad a la que los glaciares se están descongelando.
Lastimosamente uno de los satélites casi ha agotado su suministro de nitrógeno y su batería está fallando. Mientras que la NASA y su socio, el Centro Aeroespacial Alemán, han estabilizado el satélite, anunciaron que los dos satélites serán desmantelados después de que una misión final en noviembre. Ahora las agencias espaciales se apresuran a poner un nuevo par de satélites, GRACE-Follow-On, en órbita a principios de 2018 para evitar una interrupción en la recopilación de datos cruciales.
Mientras tanto, los científicos continuarán monitoreando los mares en un intento de predecir las inundaciones antes de que sucedan, especialmente antes de grandes tormentas.
Este artículo apareció en Oceans Deeply, puedes encontrar el original en inglés aquí. Para más noticias sobre los océanos puedes suscribirte a la lista de correos de Oceans Deeply.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana