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Un mundo nuevo está emergiendo a raíz del deshielo de uno de los glaciares más grandes de las Montañas Rocosas. En una vasta cuenca esculpida glacialmente, donde las torres de granito dominan el horizonte, una pequeña colonia de pino abeto Engelmann se ha instalado en un montón de escombros rocosos. La hierba crece a lo largo de una corriente donde había, hasta hace poco, solamente nieve y hielo.
“Hoy es un lugar diferente”, observó Darran Wells, profesor del Central Wyoming College (EE. UU.), desde un campo de investigación cerca de la base del glaciar Dinwoody. “Cada año hay más hierba y menos nieve”, comentó.
La mayor concentración de glaciares en las Montañas Rocosas de Estados Unidos se está derritiendo en ese remoto rincón de Wyoming. Más de 100 glaciares cubren alrededor de 10,000 acres en la cordillera del Wind River, según un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Portland (EE. UU.). Ninguna cordillera americana fuera de Alaska y Washington está cubierta con más hielo.
Los glaciares del Wind River siguen siendo algunas de las capas de hielo menos comprendidas en América del Norte. Los investigadores no tienen una comprensión firme de la cantidad de agua encerrada en el hielo alpino, y las estimaciones de cuánto contribuyen a los arroyos locales varían ampliamente. Responder a esas preguntas requiere penetrar en una selva escarpada y escalar a elevaciones entre 3,352 metros y 4,206 metros, donde los glaciares ‘abrazan’ la cresta de la Divisoria Continental de América.
“Si uno no ha pensado de dónde viene el agua, sería fácil subestimar las implicaciones de la pérdida de hielo glacial en un estado que tiene predominantemente un clima semidesértico y ciertamente por los modelos climáticos contemporáneos va a ser significativamente afectado por el cambio climático “, dijo Jacki Klancher, profesor de ciencias ambientales del Central Wyoming College.
En 1950, cuando por primera vez los investigadores midieron el Dinwoody, calcularon su área en 850 acres. Un estudio de seguimiento, 50 años más tarde, concluyó que eran 540 acres. Un estudio realizado en 2011, utilizando fotografías aéreas, concluyó que muchos de los glaciares de Wind River perdieron en promedio el 38% de su superficie durante la segunda mitad del siglo 20.
Los glaciólogos predicen que el Parque Nacional Glaciar perderá sus capas de hielo en 2080. Se espera que los glaciares de las Cascadas, se mantengan hasta aproximadamente 2100. Pero hay pocas predicciones para el futuro de Dinwoody y los glaciares vecinos.
Relativamente pocos equipos han probado la profundidad del hielo o examinado otros factores que podrían contribuir a su desaparición. Ambos son esenciales para desarrollar una predicción de cuánto durará el Dinwoody.
La Expedición Interdisciplinaria de Cambio Climático se ha hecho posible gracias a un permiso de investigación de cinco años del Servicio Forestal de Estados Unidos, que supervisa esa área silvestre.
El glaciar es inaccesible por helicóptero o por auto. Para llegar a él, el equipo cargó nueve mulas con 900 libras de alimentos, suministros de campamento, un radar de penetración de tierra, una incubadora para muestras de nieve, baterías recargables con energía solar, tubos de ensayo y otros instrumentos científicos.
Cada mañana, un grupo arrastraba el radar de penetración a través del hielo, esto para probar su profundidad. Otro voló una cometa equipada con una cámara GoPro para tomar imágenes de su superficie, necesarias para crear un modelo tridimensional del glaciar, ya que no se permiten los drones en áreas silvestres federales. El siguiente tomó muestras de nieve para medir el carbono negro, un componente de la materia en partículas que absorbe la luz solar y puede acelerar la fusión glacial.
Después de la expedición, los investigadores utilizarán ArcGIS, un programa de software geoespacial, para mapear el glaciar y comparar los datos con años anteriores.
“Una gran cantidad de agua para regar los campos de ganado viene de estos glaciares y campos famosos de nieve“, dijo Adam Frank, uno de los estudiantes del Central Wyoming College. “Esto no es sólo intentar demostrar que el cambio climático está afectando a la cordillera del Wind River y los glaciares, sino tratar de obtener datos tangibles que podamos usar para mostrar que las cosas están cambiando rápidamente”.
Si el glaciar está cambiando, la política de Wyoming no. El deshielo de los glaciares es relativamente insignificante para el estado, dijo Harry LaBonde, director de la Oficina de Desarrollo del Agua de Wyoming, citando un estudio que encontró que los glaciares sólo representan del 1% al 12% del flujo anual en tres cuencas locales.
“No es tan importante como se podría pensar”, dijo LaBonde. “¿Constituye el recurso de agua superficial? Absolutamente. Pero nuevamente, el Green River no se secará como resultado de que no haya glaciares allí, si eso es lo que finalmente sucede”.
Hace mucho tiempo, la gente ha construido embalses para capturar la escorrentía de primavera para su uso en otras épocas del año. El cambio climático no figura en los esfuerzos de planificación del estado, dijo.
Puede que los glaciares contribuyan con una cantidad relativamente pequeña de agua en comparación, pero desempeñan un papel estabilizador al servir como una especie de banco de ahorros para las necesidades de agua del estado. A finales del verano, cuando la última nieve del invierno se deshiela, la escorrentía glacial sostiene los arroyos que desembocan en el Wind River. La importancia de los glaciares sólo crece durante la sequía, que los científicos climáticos esperan que sea más frecuente y severa en los próximos años.
Un estudio de 2012 estimó que las contribuciones glaciales a fines del verano representaron entre el 23% y el 54% del flujo de las corrientes en varias cuencas locales. También encontró que las cuencas glaciares experimentaron menos variabilidad en el flujo de las corrientes que aquellas sin glaciares.
La investigación inicial de Central Wyoming College demuestra que Dinwoody pierde 1.3 metros de hielo anualmente entre 2006 y 2016. La capa de hielo mide como 2 metros en lo superficial y aproximadamente 55 metros en lo más profundo.
“No vamos a impedir que estos glaciares se deshielen. Eso va a pasar”, dijo Jeff VanLooy, glaciólogo de la Universidad de Dakota del Norte, quien está realizando estudios de campo en varios glaciares del Wind River. “Lo que significa que necesitamos hacer adaptaciones a lo que hacemos en términos de gestión del agua. La agricultura y la ganadería son importantes para Wyoming. La economía puede resultar perjudicada en el futuro debido a una falta de preparación”.
Este texto apareció originalmente en Scientific American, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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