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Un equipo de científicos climáticos ha compartido una buena noticia: podría ser más fácil de lo que se pensaba limitar el calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales, como se pide en el Acuerdo Climático de París de 2015. Pero incluso si el equipo tiene razón (algunos investigadores ya están cuestionando las conclusiones) seguirán siendo necesarios ‘esfuerzos heroicos’ para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento.
Publicado en la revista Nature, el análisis se centra en parte en el hecho de que los modelos climáticos globales utilizados en el informe de 2013 del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) tienden a sobrestimar la magnitud del calentamiento que ya ha ocurrido. Los autores del último estudio encontraron que la cantidad de carbono que la humanidad puede emitir a partir de 2015, manteniendo temperaturas por debajo de 1.5°C, es casi tres veces mayor que la estimada por el IPCC, o incluso más grande si hay acción agresiva sobre los gases de efecto invernadero más allá del dióxido de carbono.
Las implicaciones para los legisladores mundiales son significativas. La humanidad está a punto de explotar el presupuesto de carbono del IPCC para un aumento de 1.5°C en pocos años, lo que lleva a muchos científicos a declarar la meta imposible. Pero el nuevo análisis sugiere que podría lograrse con un moderado fortalecimiento de las promesas actuales de París hasta el año 2030, seguido de fuertes recortes en las emisiones de carbono a partir de entonces.
“La meta de 1.5°C de París no es imposible, es solamente muy, pero muy difícil”, dijo el autor principal Richard Millar, investigador climático de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
El trabajo está recibiendo revisiones mezcladas. Algunos sostienen que el análisis es fundamentalmente defectuoso, porque se centra en un período de calentamiento más lento que comenzó alrededor del 2000. Este período, a menudo referido como el ‘hiato’ del clima, continuó hasta 2014. Los científicos piensan que la variabilidad natural en el sistema del clima, temporalmente, suprimió temperaturas durante este período.
La estimación del equipo para la cantidad de calentamiento que los seres humanos han causado hasta ahora (0.93°C) podría ser artificialmente baja, porque calcula la contribución humana al calentamiento durante este tiempo más fresco, dice Ben Sanderson, modelador del clima en el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado (Estados Unidos).
Al mismo tiempo, dice, los océanos y la tierra probablemente estaban absorbiendo más carbono de lo normal durante este período. Los procesos naturales eventualmente verterán algo de eso de vuelta a la atmósfera, reduciendo así la cantidad de carbono que la humanidad puede emitir antes de alcanzar los 1.5°C.
“Estos dos efectos, a mi entender, explican su resultado y refuerzan la conclusión original del IPCC”, dice Sanderson.
Pero Millar y sus colegas sostienen que los efectos del hiato serían mínimos. El equipo utilizó múltiples metodologías para estimar el calentamiento real debido a los gases de efecto invernadero, independientemente de la variabilidad del clima a corto plazo. Los científicos calcularon la cantidad de carbono que se necesitaría para empujar la temperatura hasta otros 0.6°C, a 1.5°C. También calcularon la cantidad de carbono que se necesitaría para alcanzar ese umbral si la cantidad de calentamiento causado por el hombre hasta ahora fuera menor o mayor que su estimación de 0.93°C.
En todos los casos, dice Millar, la cantidad de carbono que los seres humanos podrían emitir antes de que la Tierra se caliente hasta ese umbral de 1.5°C es mayor que la estimada anteriormente.
Nathan Gillett, climatólogo del Centro Canadiense de Modelación y Análisis del Clima de Victoria (Canadá), dice que otros equipos han documentado previamente la discrepancia entre el calentamiento proyectado por los modelos climáticos y el que se muestra por observaciones reales. Pero Gillett atribuye al equipo de Millar la tarea de eliminar las implicaciones de esta brecha y de reducir la incertidumbre que rodea la cantidad de emisiones que producirían un calentamiento de 1.5°C. “Creo que su conclusión central es robusta”, dice Gillett.
El debate sobre la cercanía del mundo con el umbral de calentamiento de 1.5°C es poco probable que se resuelva pronto, pero una cosa está clara: los escenarios de modelado que permiten a la Tierra permanecer por debajo de ese objetivo plantean un nuevo tipo de desafío. La incertidumbre acerca de los detalles del presupuesto de carbono de la humanidad no importa tanto cuando los científicos están modelando el efecto acumulativo de los gases de efecto invernadero a lo largo de los siglos. Pero los detalles más delicados realmente importan cuando los investigadores están estudiando a qué nivel de emisiones de gases de efecto invernadero aumentaría el calentamiento a 1.5°C, porque en ese caso, el objetivo de los científicos es dilucidar los efectos precisos de los gases que atrapan el calor durante algunas décadas.
“Cuando comenzamos a pensar en objetivos de mitigación realmente ambiciosos en un corto plazo, todo empieza a importar”, dijo Millar. Esto es cierto para la ciencia y para la política climática. “Para muchas personas, probablemente sería más fácil si el objetivo de París fuera realmente imposible”, comentó. “Estamos demostrando que todavía es posible. Pero la verdadera pregunta es si podemos crear la acción política que sería requerida para cumplir estos escenarios”.
Este texto apareció originalmente en Nature, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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