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El nuevo gobierno de Nueva Zelanda está considerando crear una categoría de visa para ayudar a reubicar a los pueblos del Pacífico desplazados por el cambio climático.
La nueva categoría oficializaría la política preelectoral del Partido Verde, que prometía 100 visas para los afectados por el cambio climático.
Como parte del nuevo gobierno de coalición, el líder del Partido Verde James Shaw recibió el rol de ministro de cambio climático.
Shaw le dijo a Radio Nueva Zelanda que “una visa de categoría humanitaria experimental” podría implementarse para las personas del Pacífico que son desplazadas por el aumento del nivel del mar como resultado del cambio climático.
“Tenemos la intención de hacer esto en asociación con las islas del Pacífico”, dijo Shaw.
Antes de las elecciones, también se propuso incrementar la cuota total de refugiados de Nueva Zelanda de 750 cada año a 4,000 lugares en seis años.
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El anuncio de Shaw se dio después de que el tribunal de inmigración y protección de Nueva Zelanda rechazó a dos familias de Tuvalu que solicitaron convertirse en refugiados en Nueva Zelanda debido al impacto del cambio climático.
Según las familias, las razones para solicitar asilo fueron el aumento del nivel del mar, la falta de acceso a agua potable y la alta tasa de desempleo de Tuvalu.
El tribunal dictaminó que no se arriesgaban a ser perseguidos por raza, religión, nacionalidad o pertenencia a un grupo político o religioso bajo la convención de refugiados de 1951.
El experto en derecho ambiental internacional, el profesor asociado Alberto Costi, de la Universidad Victoria, le dijo al medio The Guardian que la actual convención no podría dar cabida a los refugiados medioambientales.
“Las condiciones son bastante estrictas y realmente se aplican a la persecución. Estas personas que llegan aquí con la esperanza de buscar asilo por motivos medioambientales seguramente serán enviadas a sus países de origen”.
En 2014, Ioane Teitiota, de Kiribati, fue noticia tras su solicitud en Nueva Zelanda para convertirse en el primer refugiado del mundo del cambio climático “sobre la base de los cambios en su entorno en Kiribati provocados por el aumento del nivel del mar asociado al cambio climático”.
El caso fue desestimado por la Corte Suprema de Nueva Zelanda y Teitiota fue deportado el año siguiente.
Costi reconoció que la propuesta de Shaw permitiría llenar esa brecha en la convención de refugiados, pero dijo que el problema sería determinar legalmente si un migrante ambiental todavía puede vivir en su país de origen.
“Tengo simpatía, pero legalmente esto crea un gran debate. Es necesario que haya directrices claras”.
Costi dijo que habría una diferencia en una solicitud de alguien de Tarawa en Kiribati, donde las condiciones obviamente empeoran cada año, para aquellos cuyos países solo se ven afectados estacionalmente.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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