Trump ha reducido grandemente 2 monumentos naturales de Estados Unidos
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- Traducido por Mónica Morales - Fuente The New York Times - Foto por The Independent | St George Utah
El presidente estadounidense Donald Trump redujo drásticamente el tamaño de dos monumentos nacionales en Utah en unos dos millones de acres, el mayor retroceso en la protección federal de la tierra en la historia de la nación.
La administración redujo el Monumento Nacional Bears Ears, una extensa región de cañones de roca roja, en un 85%, y cortó otro monumento, el Grand Staircase-Escalante, a aproximadamente la mitad de su tamaño actual. La medida, una reversión de las protecciones puestas en práctica por los predecesores demócratas, se produce a medida que la administración impulsa menos restricciones y más desarrollo en tierras públicas.
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Se espera que la decisión de reducir Bears Ears desencadene una batalla legal que podría alterar el curso de la conservación de tierras en Estados Unidos, poniendo en riesgo otras decenas de monumentos y posiblemente abriendo millones de hectáreas públicas preservadas a la extracción de petróleo y gas, minería, tala y otras actividades comerciales.
“Algunas personas piensan que los recursos naturales de Utah deberían ser controlados por un pequeño puñado de burócratas ubicados en Washington”, dijo Trump. “¿Y adivina qué? Están equivocados”. “Juntos”, continuó, “anunciaremos un nuevo y brillante futuro de maravillas y riqueza”.
Ley centenaria
El ex presidente Barack Obama designó a Bears Ears como monumento en 2016, y el ex presidente Bill Clinton clasificó a Grand Staircase-Escalante en 1996, utilizando una ley centenaria llamada Antiquities Act (Ley de Antigüedades) que otorga a los presidentes la autoridad de apartar monumentos y “otros objetos de interés histórico o científico”.
La ley dice que los presidentes deben limitar las designaciones al “área más pequeña compatible con el cuidado y la gestión adecuados”. En ambos casos, los políticos de Utah han argumentado que las acciones de los presidentes anteriores abusaron de la ley excediendo ese límite y eran ilegales.
Los ecologistas y algunas naciones nativas dicen que la decisión de Trump destruirá el patrimonio nacional y amenazará a unos 100,000 sitios de importancia arqueológica en los paisajes desérticos de los monumentos.
Los legisladores conservadores y muchos occidentales argumentan que la medida es la respuesta adecuada a décadas de exageración federal que a veces ha privado a las comunidades de ingresos y autonomía. Cuando Clinton formó Grand Staircase, la movida detuvo los planes para un proyecto de minería de carbón que habría traído trabajos desesperadamente necesarios a un condado pobre.
La medida de Trump se considera una victoria para los legisladores republicanos, las compañías de combustibles fósiles y otros. El gobierno federal controla alrededor de dos tercios de la tierra en Utah, y los principales políticos del estado siempre han presionado por un mayor control local.
En abril, Trump ordenó al secretario del interior, Ryan Zinke, que revisara 27 monumentos nacionales creados desde 1996, un proceso que dijo que “pondría fin a otro uso atroz del poder del gobierno”. En agosto, Zinke entregó un informe al presidente sugiriendo que cambie los límites de varios de esos monumentos. En septiembre, otra versión de la revisión recomendaba el cambio de los límites de 6 de los 27 monumentos. Pero también recomendó la creación de tres nuevos monumentos. Uno en Kentucky, otro en Misisipi y el tercero en Montana.
Respuestas
La Nación Navajo, junto con otras tribus y grupos de conservación y de la industria al aire libre, se ha comprometido a impugnar la decisión de reducir ambos monumentos en los tribunales, y se esperan varios pleitos.
“Defenderemos la tierra y lucharemos hasta el final”, dijo Russell Begaye, presidente de la Nación Navajo, y agregó que el gobierno de los Estados Unidos ya había tomado “millones de acres de la tierra de mi pueblo”.
Al menos una demanda ya fue presentada por la Wilderness Society, Great Old Broads for Wilderness y otros ocho grupos, en defensa del monumento Grand Staircase.
Protección
Los monumentos nacionales son tierras que están protegidas del desarrollo por ley. Son más o menos análogos a los parques nacionales, pero mientras que los parques nacionales son creados por el Congreso, los presidentes crean los monumentos nacionales a través de la Ley de Antigüedades.
Los republicanos y los demócratas por igual han usado la ley para proteger millones de acres de tierras públicas, y sus partidarios dicen que es una piedra angular del legado de conservación estadounidense.
Cada monumento tiene sus propias restricciones específicas. En Bears Ears, por ejemplo, las normas federales prohíben la minería y la perforación nuevas, pero permiten que el departamento del interior continúe emitiendo contratos de pastoreo de ganado. Pero los tribunales nunca se han pronunciado sobre si un presidente realmente tiene el poder de hacer estos cambios. La próxima batalla legal probablemente tendrá implicaciones de largo alcance.
Probabilidades
Si los demandantes legales ganan en los tribunales, la decisión podría afirmar los derechos futuros de los presidentes de utilizar la Ley de Antigüedades para ampliar la protección a grandes áreas de tierras públicas y cementar los límites actuales de los monumentos.
Pero si pierden, Trump y futuros presidentes podrían reducir drásticamente cualquiera de las docenas de monumentos creados por sus predecesores, abriendo el terreno anteriormente protegido para todo tipo de desarrollo.
Un total de 121 académicos firmaron recientemente una carta argumentando que solo el Congreso puede reducir legalmente un monumento. Todd Gaziano de la Pacific Legal Foundation y John Yoo de la escuela de leyes de la Universidad de California, Berkeley, han argumentado en contra, diciendo que el poder de crear un monumento “implícitamente también incluye el poder de reversión”.
Factores importantes
El presidente Obama creó el Monumento Nacional Bears Ears en diciembre de 2016, después de años de cabildeo por cinco tribus de la región: los Navajo, los Hopi, Ute Mountain Ute, Ute Indian Tribe de Uintah y Ouray Reservation y Zuni.
Obama estableció los límites para incluir 1.35 millones de acres, un tamaño que sus partidarios dijeron que era necesario para proteger objetos de importancia arqueológica, incluidas tumbas, terrenos ceremoniales, antiguas viviendas en los acantilados, así como su ecosistema circundante.
La proclamación de Trump reduce los Bears Ears a poco más de 200,000 acres. Limita la protección de monumentos a dos masas de tierra separadas que incluyen las características más célebres: lugares como Bears Ears, Moon House Ruins, Doll House Ruins, Mule Canyon y Comb Ridge, que es el hogar de antiguos graneros, kivas (habitaciones circulares excavadasy utilizadas para rituales religiosos) y un mural de pared llamado Butler Wash Kachina Panel.
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Trump dijo que algunos de los lugares en el monumento original “no son exclusivos del monumento” o “no tienen un interés científico o histórico significativo”. Otros, señala, ya están protegidos en otros formas.
Por ejemplo, “especies de plantas y animales como el borrego cimarrón, la margarita Kachina, la lagartija nocturna de Utah y la polilla Eucosma navojoensis están protegidas por la Ley de Especies en Peligro y los planes existentes de uso de la tierra”.
Los nuevos límites de Grand Staircase-Escalante incluyen un millón de acres en tres zonas, una de ellas separada de las otras dos.
Este texto apareció originalmente en The New York Times, puedes encontrar el original en inglés aquí.