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En una calurosa tarde en la capital de Kenia, Nairobi, Oyesa Oluchina está ocupada mezclando aserrín, carbón y papel picado para hacer briquetas. Los bloques comprimidos son una fuente de energía limpia, se calientan más y emiten menos carbono que los combustibles fósiles.
Como cofundadora y directora de operaciones de Mazingira Safi Initiative (MSI), que recibe su nombre del swahili “medio ambiente limpio”, Oluchina es una de las pocas mujeres líderes en la industria de energía renovable de Kenia.
En un país donde solo el 63% de los hogares están conectados a la red eléctrica nacional, las mujeres son las principales responsables de la recolección y el uso de combustibles domésticos como el carbón, el petróleo o la madera.
Pero muy pocas mujeres trabajan en el mercado emergente para obtener fuentes de energía renovables más seguras, más baratas y más ecológicas. La participación de las mujeres en el sector de la energía verde es muy baja, no hay datos oficiales sobre sus números.
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Una razón de la escasez de mujeres en la industria de energía renovable de Kenia es que muchas tienen problemas para recaudar fondos de los bancos y otras instituciones financieras, que son reacias a prestar a las mujeres.
Para superar ese obstáculo, algunas mujeres emprendedoras están pasando por alto por completo a los bancos y recurriendo a una fuente de capital más fácil, más rápida y más justa: el crowdfunding o financiación colectiva.
Desde el lanzamiento de MSI en 2013, se estaba usando una máquina manual que producía 200 briquetas al día. Solo unos pocos meses después del lanzamiento del negocio, la demanda de briquetas había crecido tanto que la máquina manual no podía mantener el ritmo. En junio de 2016, el equipo de mujeres decidió que necesitaban comprar una versión eléctrica.
Al principio, el plan era utilizar las contribuciones mensuales de las mujeres en el directorio de MSI, así como también echar mano de sus ahorros, pero se dieron cuenta de que tomaría demasiado tiempo.
Y los bancos saben que las mujeres generalmente no tienen ninguna garantía y, a menudo, asumen que tienen poca experiencia administrativa, lo que las hace demasiado riesgosas para los préstamos.
“Las mujeres jóvenes en particular son tratadas con una gran dosis de sospecha”, dijo Oluchina.
En busca de otra forma de hacer crecer su negocio, Oluchina y Wanjohi se unieron a la Integración de las Mujeres en la Energía Renovable (WIRE), un programa de dos años operado por la organización internacional sin fines de lucro Energy 4 Impact (E4I). Con WIRE, los microempresarios de energía limpia de las zonas rurales de Kenia y Tanzania reciben capacitación en contabilidad, marketing y creación de redes.
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Para encontrar fondos muy necesarios para las empresas lideradas por mujeres en el programa, E4I se asoció con la iniciativa Aid’s Crowd Power del Reino Unido y M-Changa, la plataforma de crowdfunding líder en África.
Davinia Cogan, gerente del programa Crowd Power en E4I, dijo que el obstáculo clave para las mujeres empresarias que intentan obtener fondos de fuentes tradicionales es la falta de garantías. En la mayoría de las familias, la tierra, la propiedad, el ganado y los vehículos están a nombre de un hombre.
La Federación Internacional de Mujeres Abogadas ha descubierto que las mujeres ocupan el 32% de los hogares en Kenia, pero solo tienen el 1% de los títulos de propiedad de las tierras individualmente.
“En el caso de mujeres que estuvieron casadas previamente, es posible que no tengan documentación en absoluto si su pareja anterior manejó las finanzas”, dijo Cogan.
Otras empresas dirigidas por mujeres en el programa WIRE incluyen Silver Solar, que vende productos de iluminación solar; Sabina Cookstoves, una compañía de estufas portátiles; y Nyalore Impact, un grupo que aumenta la conciencia ambiental y ayuda a las comunidades a acceder a productos de energía limpia.
Desde que se unió al programa en octubre de 2017, MSI ha recaudado 57,000 chelines kenianos (alrededor de $445), más de la mitad de los 100,000 chelines ($1,000) que necesita para comprar una máquina eléctrica de briquetas. Oluchina es optimista de que alcanzarán su objetivo para fines de abril.
Pero el crowdfunding tiene sus limitaciones, dijo. Lo que pasa es que muchos posibles donantes, especialmente en áreas rurales, no están familiarizados con la plataforma de pago de contribuciones a campañas M-Changa.
A pesar de los desafíos, Oluchina dice que las mujeres en Kenia se están aventurando cada vez más en la energía renovable.
“Es uno de los sectores de más rápido crecimiento en Kenia. Estamos notando un aumento en emprendimientos dirigidos por mujeres en los últimos dos años”, agregó.
Este artículo apareció en Women’s Advancement Deeply, puedes encontrar el original en inglés aquí. Para más noticias sobre los océanos puedes suscribirte a la lista de correos de Women’s Advancement Deeply.
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