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Los precios del carbono en las principales economías avanzadas son demasiado bajos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar los peores efectos del cambio climático, dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La fijación de precios del carbono, a través de impuestos o esquemas de comercio de emisiones, es utilizada por muchos gobiernos para hacer que los consumidores de energía paguen los costos de la contaminación y para estimular la inversión en tecnología baja en carbono.
La OCDE examinó los precios del carbono entre 2012, 2015 y 2018 en 42 economías de la OCDE y el G20, que representan alrededor del 80% de las emisiones mundiales de carbono.
Encontró que el nivel promedio de precios en los países en 2018 era 76.5% más bajo que el precio de referencia de 30 euros ($35) por tonelada que dijo que era necesario.
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La brecha de precios se redujo, del 79.5% en 2015, pero “los precios del carbono deben aumentar considerablemente más rápido de lo que lo han hecho en los últimos años para garantizar una transición rentable y baja en carbono”, dijo el informe.
Este texto apareció originalmente en Reuters, puedes encontrar el original en inglés aquí.
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