Suscríbete
La pesca comercial se prohibirá en gran parte del Ártico en virtud de un nuevo acuerdo firmado recientemente en Groenlandia, que cerrará el acceso a una vasta área de mar que se está abriendo debido al deshielo como efecto del cambio climático.
Se salvaguardará un área del tamaño del Mediterráneo durante al menos los próximos 16 años, ya que las temperaturas más cálidas permiten la navegación a través de lo que antes era hielo.
El hielo marino en el Ártico alcanzó su mínimo anual en estos días, con lo que los científicos polares confirmaron que era la sexta extensión conjunta de hielo más baja registrada. Este año se ubica, en conjunto con el 2008 y 2010, en la clasificación de mínimos de hielo, mostrando una clara tendencia de disminución en la cobertura y espesor del hielo en verano.
Conoce más: El hielo más fuerte del Ártico se rompe por primera vez en registro
Actualmente no se pesca allí, pero los grandes barcos están comenzando a explorar la zona. Maersk, la compañía naviera danesa, envió en agosto el primer barco de contenedores a través de la ruta previamente congelada, comenzando desde la ciudad rusa de Vladivostok y llegando a salvo con su carga de pescado congelado a San Petersburgo.
Nueve naciones: Estados Unidos, Rusia, Canadá, Noruega, Dinamarca, Islandia, Japón, Corea del Sur y China, más la Unión Europea (UE) firmaron el acuerdo del Océano Ártico Central en una ceremonia en Groenlandia, luego de varios años de conversaciones.
Los países también comenzarán un programa conjunto para el monitoreo científico de los 2.8 millones de kilómetros cuadrados, y la prórroga puede extenderse en incrementos de cinco años dependiendo de los resultados.
Según el ex embajador de Estados Unidos para los océanos y pesca, David Balton, el acuerdo cambiaría la supervisión internacional del Ártico y sería de ayuda para las personas que viven ahí.
“Se ha trabajado mucho en la última década para tratar de fortalecer varios regímenes de gobierno y mejorar la cooperación internacional sobre el Ártico”, dijo a la ONG Pew Charitable Trusts. “¿Hay algo más que debamos hacer para mejorar la gobernanza del Ártico? Esa será una pregunta clave”.
Steve Ganey, director sénior para programas de tierras y océanos de la ONG, dijo:
“A medida que surgen nuevas aguas abiertas en la cima del mundo, los líderes internacionales acordaron que sería arriesgado e imprudente permitir que las pesquerías comerciales operen en el Ártico antes de que los científicos hayan establecido una línea de base para monitorear la salud del ecosistema marino de la región. Al utilizar medidas basadas en la ciencia para guiar la toma de decisiones, el acuerdo contribuirá en gran medida a conservar este entorno único”.
Te sugerimos: El agua caliente bajo el hielo del Ártico es una bomba de tiempo
Para aquellos países con fronteras terrestres en el círculo ártico, y por lo tanto participando en sus recursos submarinos, tendrán la oportunidad de reclamar cualquier recurso natural que algún esté expuesto.
Sin embargo, es probable que el efecto de la prohibición sea, no solo prevenir la explotación de las poblaciones de peces, sino también la contaminación y los daños que acompañarían a los buques.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes encontrar el original en inglés aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana