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Puerto Rico (150 muertos al año, de media), Honduras (302) y Myanmar (7,048) encabezaron entre 1998 y el 2017 la lista de países más vulnerables a los sucesos climáticos extremos, según el Índice de Riesgo Climático elaborado por la organización Germanwatch. En este período, más de 526.000 personas murieron en todo el mundo en los más de 11.500 eventos climáticos extremos. Los daños económicos ascendieron a aproximadamente $3.47 billones.
Tras los países citados, les siguen Haití (281), Filipinas (867), Nicaragua (163), Bangladesh (635), Pakistán (512) y Vietnam (296).
El orden en este índice depende no sólo de las víctimas en números absolutos, sino de las muertes por 100,000 habitantes y las pérdidas económicas y su incidencia en el PIB.
La vulnerabilidad a los estragos climáticos se hizo especialmente acusada en los países más pobres: ocho de los diez países más afectados en este período son naciones en desarrollo con un ingreso per cápita medio o bajo; uno fue clasificado como país de ingresos medios altos (Dominica) y otro como economía avanzada de ingresos altos (Puerto Rico).
En el año 2017, el ranking de riesgo climático lo encabezan Puerto Rico (2,978 muertos), Sri Lanka (246 muertos) y Dominica (31), seguidos de Nepal (164), Perú (147), Vietnam (298), Madagascar (89), Sierra Leona (500), Bangladesh (407) y Tailandia (176).
Las tormentas y sus consecuencias directas (precipitaciones, inundaciones y deslizamiento de tierras) fueron una de las principales causas de estos estragos en el año 2017.
“La ciencia ha encontrado un vínculo entre el cambio climático y las precipitaciones récord de los huracanes en el 2017. También apunta que el número de ciclones tropicales severos aumentará con cada décima de grado de aumento de temperatura mundial”, resume el informe.
“Los países en desarrollo más pobres son golpeados severamente. Los resultados evidencian que los países menos desarrollados y pobres son mucho más vulnerables a los riesgos climáticos, aunque las pérdidas monetarias son sustancialmente más altas en los países más ricos”, señala el informe.
En 2017, la temporada de huracanes en el Caribe fue particularmente fuerte y dejó varias islas destruidas.
En septiembre de 2017, Puerto Rico y Dominica fueron afectados duramente por el huracán María, que destruyó sus infraestructuras y buena parte de su red eléctrica. Fue para Puerto Rico la primera tormenta de categoría 4 desde 1932.
Los autores del informe precisan que la ocurrencia de un único suceso extremo no puede atribuirse fácilmente a un cambio climático causado por el hombre; aunque sí matizan que éste es un factor de influencia cada vez más importante en la probabilidad de que se produzcan estos sucesos y en su intensidad.
Además, hay algunos países en desarrollo que tienen dificultades para recuperarse, ya que son repetidamente afectados por este tipo de catástrofes climáticas. Este es el caso de los países más pobres, como Sri Lanka, Nepal o Vietnam, que se enfrentan a grandes desafíos en este sentido. Haití, Filipinas y Pakistán se ven constantemente afectados por estas tragedias.
En total, en el año 2017 murieron 11,500 personas a causa de fenómenos meteorológicos extremos. Los daños económicos ascendieron a unos $375,000 millones.
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Fue el año con mayores pérdidas relacionadas con el clima registrado hasta ahora.
“Las recientes tormentas con niveles de intensidad nunca antes vistos han tenido impactos desastrosos”, resalta David Eckstein, de Germanwatch, autor principal del índice.
En muchos casos, a las precipitaciones inusualmente extremas les siguieron severas inundaciones y deslizamientos de tierra. Luvias excepcionalmente intensas causaron inundaciones dramáticas, que mataron a 200 personas y dejaron a cientos de miles de personas sin hogar.
“Los países pobres son los más afectados. Pero los fenómenos meteorológicos extremos también amenazan a los países con mayor desarrollo e ingresos medios altos e incluso pueden sobrecargar a los países de ingresos altos”, añade David Eckstein.
“Pero las economías industrializadas y emergentes también deben hacer más para abordar los impactos climáticos que ellos mismos sienten más claramente que nunca”, según explica David Eckstein, de Germanwatch, autor principal del índice.
Por ejemplo, los Estados Unidos ha ocupado el puesto puesto 12 en el índice de 2017, con 389 muertes y $173,800 mil millones en pérdidas este año causado por condiciones climáticas extremas.
Este texto apareció originalmente en La Vanguardia, puedes encontrar el original aquí.
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