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La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos dio la bienvenida a la aprobación por parte de la Asamblea General de una nueva declaración para salvaguardar los derechos más básicos de la población rural.
“A nivel mundial, los campesinos alimentan al mundo, pero el disfrute propio de sus derechos humanos se ve amenazado, incluyendo su propio derecho a la alimentación”, dijo Michelle Bachelet, al tiempo que enfatizó la importancia del nuevo texto.
El documento, titulado ‘Declaración sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales’, fue redactado en octubre por la Tercera Comisión, que se ocupa de los problemas de derechos humanos, entre otros, y fue aprobada por la Asamblea General de la ONU, en la que los 193 Estados miembros están representados.
Su objetivo es proteger los derechos de los trabajadores rurales, incluidos los pescadores, los nómadas, los pueblos indígenas, los pastores y otros trabajadores agrícolas, como los campesinos, que se definen en la declaración como “cualquier persona que se dedique a la producción agrícola en pequeña escala”.
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“Los campesinos se enfrentan a situaciones extremas que se ven agravadas por un desequilibrio de poder en las relaciones económicas”, declaró la Alta Comisionada, y explicó que “las políticas que podrían promover los derechos de los campesinos están en gran medida ausentes y, en algunos casos, han sufrido debido a medidas de austeridad”.
Bachelet explicó en un comunicado que “las mujeres son particularmente vulnerables, dada la discriminación ilegal generalizada que restringe su acceso, uso y control de la tierra, así como un pago desigual por su trabajo”.
Entre las muchas dificultades y violaciones de derechos que enfrentan los trabajadores rurales enumerados en la declaración, se encuentran: el número creciente de desalojos forzosos que enfrentan; sus dificultades para acceder a los tribunales, servicios de policía, fiscales y abogados para la protección contra la violencia, la explotación y el abuso; y la “alta incidencia de suicidio” entre campesinos “en muchos países”. También son susceptibles a los impactos del cambio climático y la degradación de la tierra.
“Espero que esta Declaración sirva para reforzar el compromiso de los Estados en todos los niveles para defender y proteger los derechos y la dignidad de los campesinos y otras personas que trabajan en las áreas rurales, quienes representan un papel fundamental en la preservación de nuestra cultura, medio ambiente, medios de vida y tradiciones, y no deben quedarse atrás cuando implementemos la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, agregó Bachelet.
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Por su parte Melik Özden, el director de CETIM, una de las ONG involucradas en este tema en las Naciones Unidas, le aseguró a Noticias ONU que se trata de un paso positivo, pero que aún falta mucho camino por recorrer.
“Esta es una victoria sobre todo para los propios campesinos, que habían estado pidiendo esto a través de sus representantes durante años, y celebramos este reconocimiento histórico por parte de los Estados miembros de lo que el campesinado ha traído y sigue trayendo a la humanidad. Pero el trabajo no termina aquí. El siguiente paso es la implementación efectiva de esta declaración, de la mano de las poblaciones rurales”, concluyó.
Este texto apareció originalmente en Noticias ONU, puedes encontrar el original aquí.
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