Suscríbete
El cambio climático afecta cada vez más a la agricultura europea. Fenómenos como el aumento de las temperaturas, el incremento de los eventos meteorológicos adversos, las crecientes sequías y las alteraciones observadas en la estaciones del año:
“Tienen un impacto significativo en la producción agropecuaria, posiblemente disminuyendo la calidad de los productos o reduciendo en gran medida los suministros de alimento; en el futuro, estos efectos se intensificarán, desafiando constantemente la viabilidad del sector agroalimentario”, según señala la Comisión Europea en el informe Climate change on your plate, publicado el pasado 3 de diciembre.
El titulo de este documento no es gratuito y pretende hacer comprender al conjunto de la población que el cambio climático es un problema que afecta muy directamente.
“En el verano del 2018, Europa se enfrentó a condiciones climáticas extremas con graves impactos para los productores agrícolas. Por ejemplo, la sequía que afectó al centro del continente provocó una caída de la producción total de cereales en la Unión Europea (UE), estimada en un 8% por debajo del promedio de los últimos cinco años”, detalla el informe.
Conoce más: COP24: aprueban las reglas para activar el Acuerdo de París
En el mismo sentido, uno de los estudios presentados en el marco de la Cumbre del Clima (COP24) celebrada a principios de este mes en Katowice (Polonia), encargado por la Unión por el Mediterráneo, alerta de que el cambio climático tendrá un impacto negativo especialmente en la agricultura del sur de Europa, por la escasez de recursos hídricos (menos lluvia y más evapotranspiración) y el aumento de fenómenos meteorológicos extremos (sequías e inundaciones).
“Los efectos del cambio climático en la región mediterránea estarán por encima de la media global. Esto tendrá efectos en el bienestar humano en general y en el sector agrícola en particular”, explicó el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, tras presentar el documento.
En respuesta a los problemas climáticos, la UE ofrece apoyo a los agricultores que se encuentran en dificultades. Por ejemplo, el verano pasado, se autorizó que los estados miembros facilitaran y aumentaran los pagos anticipados a cuenta de la Política Agraria Común (PAC).
En una linea de actuación paralela, la Unión Europea trabaja en la mitigación del cambio climático facilitando la colaboración de agricultores y ganaderos en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y en la adopción de prácticas de gestión de los suelos para incrementar su capacidad para almacenar carbono (sin que éste llegue a la atmósfera).
Te sugerimos: Europa busca que la agricultura desperdicie menos agua
La PAC actual y la reforma en negociación tienen el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático entre sus ejes principales. Entre los avances conseguidos destaca que desde 1990, por ejemplo, se ha producido una reducción del 23% en las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del sector agrícola en la UE.
Las medidas de ecologización de la PAC han demostrado sus beneficios en la protección de la biodiversidad, la calidad del agua y la reducción de los gases que provocan el cambio climático; y la reforma en curso de esta política agraria pretende profundizar en estos aspectos de vital importancia, destaca la Comisión Europea.
Este texto apareció originalmente en La Vanguardia, puedes encontrar el original aquí.
Suscríbete a nuestro boletín
Lo más importante en tu buzón cada semana