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Después de un trabajo conjunto a nivel internacional de más de 15 años entre el IRTA, Fruit Futur y los socios de Nueva Zelanda Plant Food Research, se ha presentado una nueva variedad de manzanas y peras que resisten climas cálidos.
Los tres propietarios de este proyecto han firmado un acuerdo con el líder global de producción y comercialización de fruta T&G Global para comercializar estas variedades que dan respuesta a los retos del cambio climático.
La presentación oficial de esta alianza con T&G ha tenido lugar en la feria internacional Fruit Logística en Berlín esta semana. Ahora el objetivo de esta asociación es hacerlas llegar a los mercados y productores de todo el mundo.
Las principales características de estas variedades son una calidad excelente y una alta coloración en condiciones de altas temperaturas y escasez de agua.
Para desarrollarlas se han utilizado contribuciones de germoplasma tanto de Nueva Zelanda como de España para identificar padres con las características clave que se requieren para el cambio climático: alta tolerancia a la temperatura, bajo requerimiento de agua, frutas de alta coloración, buena textura y excelente sabor y conservación.
También hay un claro enfoque hacia la mejora en la resistencia a las plagas y enfermedades de importancia en climas cálidos.
La adaptación de los cultivos a las condiciones ambientales del cambio climático es actualmente uno de los principales retos que tienen que afrontar el sector y la sociedad para garantizar una producción competitiva y sostenible de alimentos saludables.
Por esta razón en 2002 IRTA y Plant Food Research iniciaron el programa Hot Climate Programme (HCP) con el objetivo de desarrollar nuevas variedades de manzanas y peras adaptadas a zonas de cultivo con altas temperaturas.
Ya en ese año, los productores de la península ibérica, y concretamente de Cataluña, empezaron a experimentar problemas con las variedades tradicionales debido al aumento de las temperaturas: menor coloración de las variedades de manzana roja, manchas provocadas por el sol, texturas blandas de la pulpa y una incidencia más alta en los trastornos de almacenamiento.
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Ante la probable expansión de estas problemáticas a otras zonas productoras de manzana y pera fuera de la península ibérica, las instituciones vieron que buscar nuevas variedades era una necesidad.
En 2003, Fruit Futur, una agrupación de interés económico formada por Actel, Fruits de Ponent, Nufri, Manzana de Girona y el IRTA, se unió al proyecto como experto en la producción comercial de manzanas y peras en Cataluña y potencial interesado en estas variedades. Su experiencia y profundo conocimiento comercial han sido clave en el desarrollo y la evaluación de las selecciones del programa de nuevas variedades.
Ahora, con las variedades ya desarrolladas, comenzarán a llegar a los mercados en los próximos años y supondrán un cambio para incrementar el consumo de fruta.
Este texto apareció originalmente en La Vanguardia, puedes encontrar el original aquí.
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