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Cuando hablamos de a quién afecta el cambio climático, lo primero que pensamos es “a mí no”, o a tus amigos y familiares actualmente.
Si eres como la mayoría de las personas, quizás imagines que tus nietos o bisnietos tendrán que lidiar con olas de calor récord. O personas ajenas a ti que luchan frente a los mares crecientes.
Pero la verdad, o el inconveniente, es que la crisis climática ya nos está afectando a la mayoría de nosotros. Desde el segundo en que nos levantamos por la mañana, hasta el momento en que nos dormimos por la noche. Tenemos que hacer algo al respecto.
Conoce más: ¿Cómo sabemos que nosotros estamos causando el cambio climático?
Sabemos que las temperaturas globales están aumentando y el por qué. Durante siglos, los humanos hemos estado quemando combustibles fósiles para alimentar nuestras vidas. Este proceso libera gases de efecto invernadero adicionales a la atmósfera, atrapando el calor que de otra forma escaparía al espacio.
Hemos sabido durante décadas sobre el daño que todo ese calor adicional le está causando a la Tierra. Un informe reciente acerca del cambio climático, respaldado por la ONU, destaca lo peligroso que ha sido ese proceso. El planeta ya se ha calentado 1°C y las temperaturas podrían aumentar aún más, cambiando significativamente la vida como la conocemos.
Ya estamos sintiendo los primeros impactos de esta crisis pero lo bueno es que aún tenemos tiempo para cambiar las cosas. A continuación te mostramos tres formas en las que el cambio climático está afectando nuestras vidas.
Literalmente, la acción climática es justo lo que los doctores han recetado. Advierten sobre los riesgos y las consecuencias de la quema continua de combustibles fósiles.
Y es que esas mismas emisiones de combustibles fósiles sucios que contribuyen al efecto invernadero pueden provocar enfermedades respiratorias, como el asma, en niños y adultos. Y pueden ser bastante peligrosos. Según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación del aire mata a aproximadamente 7 millones de personas en todo el mundo cada año.
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Al atrapar el calor en nuestro planeta, las emisiones de carbono también dañan el cuerpo humano y la mente de otras maneras. Todos hemos escuchado sobre los riesgos de los golpes de calor. Pero, ¿sabía que las temperaturas más cálidas están relacionadas con un aumento del 2% en problemas de salud mental, como el estrés, la ansiedad e incluso el trastorno de estrés postraumático (TEPT)?
Para los que viven en comunidades costeras, el aumento del nivel del mar podría llevarlos a un desplazamiento no deseado y repentino.
A medida que nuestro planeta se calienta, los glaciares se derriten y el agua de los océanos se expande, lo que hace que los mares suban en promedio de 17 a 20 centímetros desde 1900, alrededor de 7 centímetros desde 1993. El volumen adicional de agua que se arrastra por las costas lentamente se traga la tierra y las casas y provoca más inundaciones tierra adentro.
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Por ejemplo, en los Estados Unidos, de 2005 a 2015, el número promedio anual de días de inundación se duplicó en la costa este entre Florida y Carolina del Norte, en parte gracias al aumento del nivel del mar.
En Miami, incluso los residentes que viven lejos de la playa podrían verse obligados a mudarse. Personas de ingresos bajos o los inmigrantes podrían perder sus hogares a los residentes adinerados que desean mudarse de la costa a barrios más seguros, lo que hace que los valores de las propiedades y los alquileres suban y estén fuera del alcance de las personas comunes. Esto se denomina “gentrificación climática” y es un tema “candente” dentro del movimiento por la justicia ambiental.
No hay dos personas en este mundo que sean exactamente iguales. Pero hay algo que todos hacemos, independientemente de nuestra cultura, idioma o personalidad. Todos comemos. Por lo tanto, es difícil ignorar los impactos del cambio climático en los alimentos.
El mismo CO2 que se acumula en nuestra atmósfera gracias a los combustibles fósiles está cambiando la composición de las frutas y verduras que comemos, lo que las hace menos nutritivas.
El CO2 adicional está acelerando la fotosíntesis y haciendo que las plantas crezcan con más azúcar y menos calcio, proteínas, zinc y vitaminas importantes.
Datos importantes: Cambio climático y seguridad alimentaria
Según los investigadores de Harvard, si no reducimos las emisiones de carbono en este momento, esto podría suponer un gran problema para nuestras dietas. Para mediados de siglo, alrededor de 175 millones de personas más podrían desarrollar una deficiencia de zinc y 122 millones de personas podrían tener deficiencia de proteínas como resultado de estos cambios en la fisiología de las plantas.
El cambio climático puede estar llegando a todos los rincones del mundo, pero no dejaremos que avance. Sabemos mucho acerca de la crisis climática y la podemos solucionar al utilizar fuentes de energía renovable y reducir nuestras emisiones de carbono.
Este texto apareció originalmente en The Climate Reality Project, puedes encontrar el original aquí.
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