Ecoinclusión: Elige un nuevo destino para tu basura
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- Escrito por Mónica Gálvez - Fotos cortesía de Ecoinclusión
Ecoinclusión es una fundación creada en la ciudad de Alta Gracia, Córdoba, en Argentina, con el propósito eliminar la contaminación de desechos plásticos para transformarlos en soluciones constructivas, y de esta forma, mejorar las condiciones humanas, económicas y sociales de zonas de escasos recursos.
La idea surge en el 2014, cuando tres amigos, Fabian Saieg, Leandro Lima y Leandro Miguez, sintieron la necesidad de hacer algo por su comunidad y el medio ambiente.
“Queríamos trabajar en lo ambiental pero también en lo social. Comenzamos a indagar de qué forma lograrlo, e investigando llegamos al ladrillo que combinaba los dos aspectos: ambiental, ya que utilizamos los desechos plásticos como material principal; y social, porque los ecoladrillos que hacemos se destinan a la construcción de espacios comunitarios”, comenta Fabian.
Así fue como iniciaron la creación del ladrillo ecológico, el cual logra realizarse con 20 botellas de plástico. Su propósito se convirtió en generar un triple impacto positivo a través de soluciones constructivas e innovadoras que tengan como origen el reciclado de desechos plásticos. Además, con esta ayuda buscan empoderar a los sectores que se encuentran en situación de vulnerabilidad, de forma que su sistema pueda ser replicable en cada comunidad.
“Queremos ser una organización de naturaleza replicable que provee la tecnología social y ecológica para la inclusión sustentable”, añade.
Ladrillo ecológico
El sistema de producción de estos ladrillos consiste en una “Eco-Red” que integra cooperativas de recicladores urbanos, empresas, municipios y otras instituciones. Luego, la fundación se encarga de distribuir a los cooperadores para que puedan realizar la recolección de desechos plásticos en distintos puntos estratégicos de acopio.
Además, la fundación se encarga de capacitar a las empresas que se alían al proyecto sobre la clasificación de los residuos y la participación de jornadas en la la planta.
“Comenzamos una gran alianza con las municipalidades de Alta Gracia, Los Aromos, Malagueño, La Bolsa, esos fueron los primeros convenios con municipios, fundamentales para el primer sistema de recolección. Luego fuimos por las alianzas con empresas, que forman parte del circuito de la Eco-red o con aportes materiales y también con diferentes organizaciones sociales del tercer sector como Ingenieros sin fronteras. Finalmente nos vinculamos con otras entidades que trabajan por la sustentabilidad socio-ambiental y tecnología como Conicet, Espacio Abasto, entre otros”.
Desde su página web, las personas pueden ayudar a financiar los distintos proyectos que realizan por medio de donaciones. Las causas se vinculan a algún emprendimiento que surge de una organización social o comunidad que pueda beneficiarse de los ladrillos para generar desarrollo territorial, ya sea en la creación de salones de usos múltiples, una biblioteca popular, merenderos, entre otros.
“Hemos trabajado campañas de sensibilización en la comunidad en general, y en las escuelas. Fue indispensable que nos acercáramos a diferentes actores para contar nuestra propuesta de valor e involucrar a la sociedad”. Comenta.
Eco-centro
Entre las causas destacadas que han realizado, se encuentra la construcción del eco-centro del Barrio “Nueva Esperanza”, el cual surge de una toma de tierras hace aproximadamente cinco años. La comunidad está conformada de más de 900 familias, en su mayoría peruanas y argentinas, a las cuales se les dificulta acceder a sus viviendas, debido a la falta de políticas públicas locales.
Aquí es donde toma acción Ecoinclusión, quienes junto a la comunidad, llevan a cabo la construcción de un salón multiusos o también llamado “Eco-Centro” hecho en su totalidad a base de ecoladrillos combinado con tecnología de paneles plásticos de construcción en seco.
“Trabajando de la mano de los habitantes del territorio, buscamos generar un espacio de encuentro, donde se realizarán distintas actividades, entre ellas: talleres, apoyo escolar, visitas médicas, reuniones vecinales, también el espacio funciona como comedor y merendero, el cual anteriormente era al aire libre”.
Cada eco-centro necesita de aproximadamente 4,000 ladrillos, es decir, 2,500 kilos de plástico. El proyecto apunta a transformar la comunidad a que sea más sustentable con una ciudadanía participativa activa.
Compromiso con el medio ambiente
Además de trabajar por el cambio climático, también están involucrados con otros objetivos de desarrollo sostenible, propuestos por las Naciones Unidas, como la producción y el consumo responsable, la erradicación de la pobrece, el trabajo decente, innovación, ciudades y comunidades sostenibles, entre otros.
En cuanto a su aporte a la acción climática, desarrollaron una gran sensibilización respecto al tratamiento de residuos sólidos urbanos.
“En latinoamérica una persona genera en promedio 1.5kg. de basura por día, sin dimensionar que sus desechos son materia prima que se pueden volver a reinsertar en un círculo de valor económico: lo orgánico para compostaje y huertas; vidrio, papel, cartón, y plásticos también se reciclan e inclusive se comercializa”.
Sin embargo, la mayoría de personas desconoce cómo instrumentalizar dichas iniciativas, por lo que Ecoinclusión se encarga de informar, capacitar y brindar apoyo para concientizar a la población sobre la crisis climática que se vive actualmente. Además, están vinculados con empresas que tengan dentro de su política corportavia una incidencia ambiental y social real.
Actualmente, Ecoinclusión se encuentra en un proyecto de sensibilización en Argentina, trabajando junto con el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación y la empresa Construcciones 3C, iniciando el proyecto de capacitación en redes de reciclaje de residuos sólidos urbanos (RSU) y la producción de bloques de plástico reciclados.
“El proyecto es de alcance federal – está siendo ejecutado en siete territorios del país durante el primer semestre del año- tiene como núcleo un encuentro entre personas movilizadas por una misma problemática y con el deseo de transformar su entorno inmediato”.
Impacto
Desde sus inicios, la fundación logró crear lazos que le permitieron crecer y viralizarse con las empresas y simpatizantes de la idea.
“Cuando comenzamos jamás imaginamos que nuestra causa se podía viralizar tanto, de una forma tan grande y convocar a tantas personas en tan poco tiempo. Fue impresionante la cantidad de gente que empezó a escribirnos queriendo colaborar, contando de sus iniciativas locales, y con ánimos de replicar el proyecto”.
Además, se logró conformar una red de organizaciones que pueden replicar el proyecto en distintas partes del país, su planta de producción trabaja ecoladrillos diariamente y tener un equipo que trabaja activamente para brindar soluciones concretas y sostenibles a los argentinos y algunas comunidades a nivel mundial.
En el 2018, la fundación partició en el panel de “Comunidades Sustentables” en el Festival de Innovación Social, donde tuvieron la oportunidad de compartur su modelo de trabajo y otras dos organizaciones que también fueron ganadoras del premio Google en el 2017.
Entre sus metas futuras, se encuentra la formación de una red mayor a nivel mundial, donde puedan replicarse los procesos que realizan con los ladrillos ecológicos y las obras sociales en barrios vulerables, de modo que la comunidad misma pueda involucrarse y ser partícipe del cambio.
Si deseas conocer más sobre Ecoinclusión, puedes ingresar aquí.