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La Asamblea Nacional francesa adoptó el primer artículo de una nueva ley sobre la energía en la que fija unos objetivos más ambiciosos para reducir el impacto sobre el calentamiento global, lo que se justifica por “la urgencia ecológica y climática”.
Este primer artículo, adoptado con 41 votos a favor y 7 en contra, prevé que Francia alcance la neutralidad en carbono en el horizonte de mediados de siglo y que se dividan al menos para seis las emisiones de gases de efecto invernadero entre 1990 y 2050.
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El texto legislativo al que viene a sustituir contemplaba reducir a la cuarta parte esas emisiones a las que se responsabiliza del calentamiento global. La nueva ley sobre la energía y el clima también se fija la meta de disminuir el consumo energético de combustibles fósiles en un 40% para 2030, en lugar del 30%.
Para conseguirlo se pondrán en marcha medidas como el cierre de las centrales de carbón en tres años y otras para fomentar las renovables.
Sobre la energía nuclear, que en Francia supone en torno al 75% de la producción de electricidad, el artículo primero modera las ambiciones.
Ya no se trata de bajar su peso relativo en la electricidad al 50% en el horizonte de 2025, sino para 2035. El Gobierno ha diseñado un plan para el parón progresivo de 14 de los 58 reactores atómicos actualmente en servicio de aquí a 2035.
El ministro francés de la Transición Ecológica, François de Rugy, insistió en que el primer pilar es la reducción del consumo de energía.
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Este texto apareció originalmente en EfeVerde, puedes ver el original aquí.
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