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De acuerdo con un nuevo análisis de la Unión de Científicos Preocupados (UCS), los afroamericanos en el noreste de Estados Unidos y el Atlántico medio viven con un 66% más de contaminación del aire proveniente de vehículos que los residentes blancos. En promedio, los afroamericanos están expuestos a un 61% más de las pequeñas partículas de contaminación que provienen de la quema de gasolina. Los asiáticos estadounidenses respiran un 73% más y los latinos un 75% más.
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La UCS, una organización de defensa centrada en la investigación, estudió la contaminación de micro partículas contaminantes más pequeñas que 2.5 micrómetros, como una fracción del ancho de un cabello humano. Las partículas, llamadas PM 2.5, son lo suficientemente pequeñas como para ingresar al torrente sanguíneo y están relacionadas con enfermedades pulmonares, cardíacas, asma y muerte prematura, además, pueden estar compuestos por cientos de productos químicos diferentes.
La investigación concluyó que las minorías y las comunidades pobres tienen más probabilidades de vivir cerca de una contaminación del aire peligrosa, un patrón que los activistas llaman racismo ambiental.
María Cecilia Pinto de Moura, una ingeniera de vehículos que fue coautora del análisis, dijo que también hay zonas donde la contaminación del aire está afectando más a las personas blancas, incluidas las áreas urbanas caras como Manhattan en Nueva York, pero en general, existe más inequidad en cuanto a perjudicar a la gente de color .
El West Bronx en la ciudad de Nueva York, que es 0.2% de personas blancas, es la ubicación de Estados Unidos más contaminada en la región, por ejemplo. El análisis combinó datos de 2014 de la Agencia de Protección Ambiental con datos de 2018 de la Oficina del Censo de EE.UU. para comparar comunidades con un promedio de contaminación.
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De Moura agregó que la diferencia de la calidad del aire podría ser aún mayor cuando se considera la contaminación proveniente de las centrales eléctricas de carbón y gas natural, que a menudo están cerca de comunidades desfavorecidas. Las micropartículas es solo uno de los muchos contaminantes dañinos para la salud de las carreteras y las centrales eléctricas.
La UCS dijo que las cifras confirman la necesidad de automóviles, autobuses, camiones y transporte público eléctricos.
La administración Trump está haciendo retroceder los estándares de contaminación del transporte, aunque California y Canadá anunciaron esta semana un acuerdo de cooperación para acelerar la adopción de vehículos de cero emisiones.
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes ver el original inglés aquí.
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